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La náutica, esperanzada por la llegada de la fase 3 y su posicionamiento como opción de turismo seguro

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

J.M. CASAL

Solo tendrá que atender las limitaciones geográficas y las medidas de prevención contra la pandemia

03 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector de la náutica de recreo enfila con optimismo el camino a la fase 3 de la desescalada, una etapa en la que entrará en la nueva normalidad con las únicas limitaciones que rijan con carácter general, es decir, las relativas a la movilidad geográfica o la adopción de medidas de prevención.

A diferencia de los cruceros, sobre los que todavía pesan restricciones, el alquiler de embarcaciones de recreo, motos náuticas y otros artefactos flotantes está desbloqueado desde la fase dos -en la que Galicia lleva semana y media-. Eso y que en la siguiente etapa ya será posible completar el aforo de los barcos, deja al sector en una posición inmejorable en el plano turístico. Tanto es así que desde Anen (Asociación Nacional de Empresas Náuticas) señalan que el turismo náutico, ligado a la práctica de la navegación de recreo, emerge como una de las opciones de ocio más seguro para este verano. En este sentido, la patronal del sector «llama de nuevo a la responsabilidad de toda la comunidad náutica para el cumplimiento de las medidas de seguridad, higiene y prevención durante la práctica de la navegación de recreo». El Boletín Oficial del Estado (BOE) recogió ayer novedades en materia de servicios aéreos y marítimos, en los que se incluyen cuestiones relativas la navegación de recreo, por más que, como ha aclarado Marina Mercante en una respuesta a la patronal de empresas náuticas esta no tiene que ver con el transporte marítimo.

 Si en la fase cero se permitió la práctica de vela para deportistas federados -sin salir de su municipio- y que los propietarios de barcos y lanchas fueran a los pantalanes a revisar cómo habían sentado más de cinco semanas de confinamiento -siempre que no tuviese que cambiar de concello-, en la 1 ya se recuperó la navegación de ocio y turismo, aunque con limitaciones en el número de personas.

Ocupación

El grupo se ha ampliado en la fase 2, en la que, además, ya se pueden surcar aguas de toda la provincia. Actualmente, en Galicia la ocupación a bordo está en el 75 % de los pasajeros autorizados en el certificado de la embarcación, salvo que se traten de personas que conviven en el mismo domicilio -que podrán agotar su capacidad plena-. Eso sí, ni en uno ni en otro caso se puede superar el máximo de 10 establecido a nivel general. En las motos náuticas solo puede ir un ocupante, a no ser que lleve de acompañantes a personas que residan con él, en cuyo caso se podrán cubrir las plazas indicadas por el fabricante.

El chárter de barcos, motos y otros artefactos náuticos está permitido, con las limitaciones de personas y geográficas que rigen para las particulares.

También está ya autorizado -en comunidades como Galicia al menos-, hacer prácticas de navegación para la obtención de títulos. En la fase 3 solo habrá que atender a las limitaciones geográficas y las sanitarias.