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Fin a los contratos de 82 trabajadores de Isidro 1952

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

PACO RODRÍGUEZ

El juzgado considera acreditadas las causas económicas del ERE por la caída de las ventas a Lidl

27 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña ha decidido extinguir los contratos laborales de 82 trabajadores de la empresa Isidro 1952, en concurso voluntario de acreedores desde finales de enero y sin actividad productiva desde el 13 de marzo pasado. La administración concursal solicitó el 12 de marzo la resolución colectiva de todos los contratos de trabajo de la compañía, basándose para ello en causas productivas y económicas. Los afectados serán indemnizados con cargo a la masa -sin perjuicio de las obligaciones del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa)- con 20 días de salario por año de servicio y un máximo de doce mensualidades. De esas 82 personas, seis serán despedidas en diferido, pues continuarán prestando servicios hasta que la administración concursal considere que son necesarios. Se trata de los operarios que se encargan de las jaulas de besugo que la empresa tiene en Lorbé, que recibirán la misma indemnización que los demás.

Despido en diferido para 6 personas que aún necesita la administración concursal Aunque el período de consultas con los trabajadores se cerró sin acuerdo, la Administración laboral -la Secretaría Xeral de Emprego- no apreció defecto de forma y la jueza tampoco observó «fraude, dolo o abuso de derecho». Por el contrario sí pudo comprobar, al analizar las cuentas facilitadas, «una disminución persistente en el nivel de ingresos ordinarios y de ventas de la compañía». Según el auto judicial, el grupo empresarial cerró el 2017 con un resultado negativo de 2,2 millones de euros, que en el 2018 se agravó hasta alcanzar los 3,6 para superar los 11 millones de pérdidas en el 2019.

Caída de ventas

Los problemas para Isidro 1952 comenzaron a finales de 2017, justo cuando Lidl, principal cliente de la empresa, comunicó su intención de diversificar sus proveedores. Así, si ya en el 2018 las ventas cayeron un 12,37 % con respecto al ejercicio anterior, en el 2019 se contrajeron otro 26 % precisamente porque Lidl, en especial a partir de mayo, redujo drásticamente sus pedidos. «Eso guarda íntima relación con las causas productivas que se han alegado», apunta la jueza.

Contra el auto todavía puede interponerse recurso de suplicación ante la Sala de lo Social el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG), pero la presidenta del comité, Olga Rodríguez, ya avanzó que no se continuará la vía judicial. «Levamos dende novembro sen cobrar e a xente o único que quere é recibir o certificado para poder cobrar o paro e despois do Fogasa», explicó.