Conserveras de pescados estiman que este año facturarán la mitad por la crisis
SOMOS MAR
Anfaco atribuye al cierre del canal Horeca el «efecto demoledor» en la industria de procesado, conservación y comercialización
22 abr 2020 . Actualizado a las 19:11 h.La industria de procesado, conservación y comercialización de pescado y marisco en España factura más de 12.000 millones de euros y emplea a alrededor de 30.000 personas, según Anfaco-Cecopesca. Las empresas asociadas a esa organización suman el 65 % de la facturación nacional y del empleo en ese sector, porcentaje que en Galicia supera el 85 y el 80 %. La crisis del coronavirus «está teniendo un efecto demoledor», sobre todo, en las que trabajan para el canal Horeca, el de la hostelería. Desde Anfaco estiman que este año las conserveras cuyo negocio se dirige a ese mercado facturarán la mitad que el año pasado.
Aclaran que el impacto «es desigual», aunque la crisis se ceba sobre todo en las empresas que venden al Horeca. Basándose en «sondeos» entre sus asociados, Anfaco precisa que las pérdidas no se deben «solo a la caída total durante el estado de alarma y a la importante contracción durante el período transitorio de levantamiento de las restricciones a la actividad y movilidad (sin olvidar el impacto que tendrá sobre Horeca la hecatombe del turismo), sino también al estimado descenso del consumo» posterior.
De momento ya constatan un «fuerte descenso» en las ventas en tiendas especializada y de productos de mayor valor. Además, «por las circunstancias del comercio internacional» calculan que la facturación bajará «en torno al 10 %, especialmente por la dificultad de acceso a la materia prima foránea». Cuando la economía y la sociedad inicien el proceso postcoronavirus, Anfaco pronostica que la caída del producto interior bruto, la pérdida de empleo y la incertidumbre se traducirá en un recorte de «entre el 5 y el 10 %» de la facturación de las conserveras.
Con todo, Anfaco puntualiza que la reducción de la facturación «es la punta del iceberg» de un gran cúmulo de situaciones que pueden provocar fracturas importantes a medio plazo. Entre ellos, la caída repentina de ingresos impacta directamente en la liquidez de las empresas, «provocando importantes tensiones financieras». Cuestión «agravada porque las empresas se están enfrentando a la morosidad a la que se ven abocadas otras empresas con las que operan».
Por la caída de la demanda, las conserveras «se encuentran con plantillas sobredimensionadas en muchos casos, con las graves consecuencias que ello conlleva», pero de cara al futuro pronostican «dificultad para mantener el empleo y retener talento». De momento, empresas vinculadas al canal Horeca y de fresco y congelado ya han recortado en torno «al 30 %» de sus plantillas mediante ERTE. Además de afrontar «importantes inversiones» y sobrecostes para prevenir el coronavirus, la repentina caída de la demanda no les ha permitido ajustar la producción de «productos altamente perecederos, stocks que se traducen en pérdidas directas».