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Arranca la costera de la xarda para la bajura de A Coruña y Pontevedra

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Pepa Losada

Buena parte de la flota optó finalmente por no desplazarse a otras comunidades

24 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Este año, con un 40 % más de cuota de xarda, la flota de artes menores de A Coruña y Pontevedra se las prometía muy felices. La coruñesa, más, si cabe, pues siempre lo tuvo peor para dosificar su cupo e indefectiblemente acababa sus toneladas a velocidad récord. Pero el coronavirus ha truncado los planes. Según el calendario, la flota de artes menores con puerto base en A Coruña y Pontevedra interesada en hacer pesca dirigida a la caballa arrancaba ayer la costera. Y lo hizo, pero no de la forma y en el número en que estaba previsto.

Buena parte de las embarcaciones que se habían inscrito en la campaña desistieron de desplazarse hasta otras comunidades del Cantábrico donde ya ha aparecido en cantidad el verdel. Y el que lo ha hecho, teme verse torpedeado por las medidas restrictivas que se han impuesto para evitar la propagación del virus. Medidas que afectan tanto a las descargas como al movimiento de los trabajadores.

Así es que, en el caso de los puertos de la provincia de A Coruña, «bastante máis da metade plantou e decidíu quedar por aquí», aseguraba ayer Daniel Formoso, presidente de la Federación de Cofradías de A Coruña.

Las dudas sobre si se podrá trabajar con normalidad han disuadido a muchos barcos Formoso explica que los barcos que había solicitado dedicarse a la pesca dirigida de xarda superaban el centenar, pero la inmensa mayoría han optado por faenar con anzuelo pero más cerca de su puerto base, en el entorno de A Coruña, por más que «non hai moita todavía». En lo de quedarse más cerca de casa, aparte de las restricciones impuestas, ha influido los precios que la especie está teniendo, que no compensan el desplazamiento a otras comunidades.

Flota pontevedresa

Lo mismo sucede al sur del Ulla. Mientras algunas embarcaciones de la provincia pontevedresa ya están dispersas por el Cantábrico, principalmente en Asturias, otros han optado por permanecer en sus puertos base y dedicarse a la pesca dirigida de xarda, pero en las rías gallegas. Lo explicaba José Manuel Rosas, patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra: «Hai barcos que non saíron en ruta, prefiren probar fóra das illas e da ría para ver si collen xarda por aquí con anzó».

En el caso de Pontevedra se inscribieron para pesca dirigida en torno a medio centenar de embarcaciones, pero todavía «é cedo para saber cantos plantarán». Son muchas las incertidumbres que existen sobre si van poder operar con cierta normalidad, ante las limitaciones en las lonjas, que obligan a los barcos a operar en puertos diferentes a los que pensaban; las restricciones en el movimiento de los trabajadores, que en algunos casos optan por establecerse en tierra al no estar preparados los barcos para la convivencia; o el avituallamiento, con la hostelería cerrada y el aforo de los comercios de alimentación limitado.

Si a eso se suma que la primera xarda que se vendió en Galicia tuvo precios muy bajos, el desánimo en emprender viaje está más que explicado.