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Ni el pescado congelado se libra de la crisis

La Voz

SOMOS MAR

EUROPA PRESS

La patronal Conxemar asegura que varias empresas del sector ya han solicitado un ERTE y otras lo están valorando

23 mar 2020 . Actualizado a las 21:23 h.

Ni el pescado congelado se libra de la crisis del coronavirus. Las empresas están empezando a tener problemas muy serios de liquidez por las dificultades que tienen para cobrar mercancía ya comercializada. Y es que muchos de sus clientes son mayoristas del canal horeca y ya han advertido de que no van a poder satisfacer los pagos al haberse cerrado la actividad. Tanto es así que desde la patronal del congelado, Conxemar, varias empresas del sector ya han solicitado ERTE y otras lo están tomando en consideración.

Las empresas que venden al detalle, por el momento, mantienen el tipo y siguen colocando producto en los comercios habituales. Ahora bien, si esta crisis se prolongan se verán en dificultades, ya que la pérdida del poder adquisitivo de las familias se traducirá en una caída de las ventas. Por lo pronto, las empresas ya perciben que la mano del consumidor va hacia aquellos productos de menor precio.

Por si eso fue poco, se están produciendo retrasos en las importaciones de producto por las dificultades de obtener la documentación necesaria para despacho de la mercancía, trabas que se dan, especialmente, en aquellas compañías que operan en Sudamérica: Perú, Ecuador, Chile y Argentina, entre otros.

Y si es difícil traer los productos, exportarlos no está siendo mucho más fácil. Desde Conxemar advierten de que el cierre de fronteras está generando serios problemas de suministro a Italia, Francia y Portugal, los principales clientes de las industrias españolas.

Trabas para salir, para entrar y para circular. Otro problema que afecta a los asociados a Conxemar son las subidas en la factura del transporte. Ocurre que varios países mantienen en cuarentena a los transportistas que salen de España, por lo que «se cobran también los 14 días que tienen que estar parados».

Y ya el colmo es la falta de material sanitario. Afecta ya a varias empresas que no pueden proporcionar equipos de protección individual (EPI) a sus trabajadores.