El marisco fue interceptado en un control rutinario en la A-52 a la altura de O Porriño
27 feb 2020 . Actualizado a las 23:39 h.Casi tres toneladas de almeja japónica, más de lo que la furgoneta que las transportaba podía cargar, tendrán que ser destruidas tras haber sido decomisadas dado habían entrado en España, procedentes de Portugal, sin documento alguno que indicase su trazabilidad u otros registros de la transacción previa al transporte, como la factura o el albarán.
La incautación del producto se realizó en la autovía das Rías Baixas, la A-52, a la altura de O Porriño (kilómetro 278), donde una patrulla de Tráfico, en un control rutinario de carreteras, interceptó e inmovilizó el vehículo por exceso de peso, mientras esperaba la llegada de sus compañeros del Seprona y personal del Servizo de Gardacostas de Galicia. Estos comprobaron si el origen de la almeja era lícito y si, tal y como marca la normativa, se podía rastrear documentalmente la procedencia de la mercancía.
Resultó que no, que no se podía seguir su trazabilidad. Y que, además, el marisco ni siquiera estaba clasificado por lotes a pesar de que tenía varios destinos, según se dedujo de otros documentos que sí encontraron con la mercancía. Entre ellos, papeles que indicaban el propietario de los moluscos.
Ante las infracciones detectadas, los guardacostas decomisaron la almeja japónica y levantaron acta de infracción contra el transportista y contra el dueño de la misma. Además, enviaron varias muestras a analizar por si por si, además de las infracciones detectadas, ambos pudiesen estar cometiendo un delito contra la salud pública por no cumplir las condiciones higiénico-sanitarias exigidas para su consumo.
Al desconocer dónde se extrajo, si tiene o no toxina y si está depurada, no queda otra que destruir la japónica.