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Un año y un día de cárcel por engañar sobre el origen del cangrejo en la etiqueta

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Una jueza condena al dueño de una firma que rotulaba como estadounidense cangrejo extranjero

19 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

De sobra es conocida la batalla del Consello Regulador do Mexillón de Galicia contra el fraude en el etiquetado sobre el origen del bivalvo. No paró hasta que un juzgado de lo Mercantil de Pontevedra, y posteriormente la Audiencia de esa provincia, dictase que solo mejillón certificado puede lucir Galicia, rías gallegas o cualquier vocablo o logo que evoque la comunidad. Y el caso se saldó con una multa a la compañía conservera denunciada.

Pues bien, una práctica ilícita similar a la que persigue Mexillón de Galicia ha sido castigada en Carolina del Norte con un año y un día de cárcel -y a tres más de libertad supervisada- para el empresario titular de la empresa de transformación de pescado por rotular con Producto de EE. UU. envases de carne de cangrejo que procedía del extranjero. La jueza del distrito de New Bern impuso también al propietario de la firma Capt. Neill’s, Phillip R. Carawan, una multa de 250.000 dólares (224.000 euros), según informó el portal Fis.com.

La compañía se dedicaba al negocio de comprar, procesar, envasar, transportar y vender mariscos y productos del mar, incluida la carne de cangrejo azul capturado en el país. Sin embargo, como figura en la declaración de culpabilidad de Carawan, entre el 2012 y el 2015, el empresario ordenó a los empleados de la compañía que reempacaran carne de cangrejo extranjera en envases etiquetados como Producto de EE. UU. Esta mercancía etiquetada de manera fraudulenta se vendió principalmente en el canal mayorista, pero también en el minorista. Según admitió el propietario y director ejecutivo de Capt. Neill’s, en este último mercado, se vendió producto mal etiquetado por valor de 3,6 millones de euros.

Práctica deplorable

Tanto los fiscales como la propia Administración estadounidense cargaron contra la práctica ilegal de Carawan. «Las personas y las empresas que buscan beneficiarse del etiquetado fraudulento de los productos del mar perjudican a los pescadores y consumidores estadounidenses», reprochó el fiscal general adjunto Jeffrey Bossert Clark, de la División de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia.

También el director de la agencia de pesca encargada de aplicar la ley estadounidense sobre Océanos, James Landon, deploró esta práctica y aseguró que «la lucha contra el fraude de productos pesqueros continúa siendo una prioridad, pues los efectos de este fraude «no afectan no solo al consumidor, sino también a los pescadores honestos y los medios de vida de otros en la industria pesquera.