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El superaño internacional para la pesca

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARTINA MISER

La actividad del sector gallego se verá determinada por decisiones que se tomarán en China, Nueva York o Lisboa

02 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

José Miguel Tubío, marinero del xeito, no se imaginaba ni por asomo que las decisiones que se tomaban en un sitio como Bruselas, tan distante de un puerto como el de Rianxo, pudieran afectar a lo que él hacía cada día: pescar sardina con un arte artesanal y ancestral. Hasta que, de repente, un día se vio obligado a viajar hasta la capital belga, formando parte de una delegación organizada por la eurodiputada del Bloque Ana Miranda, con una red del xeito metida en la maleta, para explicar cómo es, cómo se usa y qué efectos tiene ese aparejo, en un intento desesperado de evitar que en Bruselas se prohibiese su uso por siempre jamás.

Si costaba creer que lo que pasase en Bruselas trascendiese Bruselas, más insólito puede parecer que una conferencia en China, una reunión en Nueva York o una cumbre en Lisboa pueda afectar a la actividad pesquera que se desarrolla en aguas gallegas. Pero así es. Para la pesca este es un «superaño». La definición es de Javier Garat, secretario general de Cepesca, que si en el 2019 estuvo la mitad de los días laborables fuera de la oficina, este 2020 quizá ni aparezca por el despacho, pues se han alineado varias citas claves de carácter internacional en las que la pesca tendrá que medirse con las ambiciones de las organizaciones conservacionistas, que aspiran a mover los marcos de la pesca y dejar expedita de redes cuanto más superficie marina, mejor.

Lisboa: conferencia sobre los océanos 

La capital lusa será en junio escenario de la segunda Conferencia sobre los Océanos, un encuentro de alto nivel auspiciado por Naciones Unidas (ONU), cuya asamblea general acordó centrar los debates en intensificar las acciones de ciencia e innovación para conservar las masas de agua y avanzar hacia la consecución del número 14 de esos objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que deben alcanzarse en el 2030. Quizá sea conveniente aclarar que el 14 se corresponde con la vida marina y la exigencia de conservar y utilizar de forma responsable con el medio ambiente, los océanos, los mares y los recursos marinos. Si se tiene en cuenta que surgieron de ese foro acuerdos como el de gestionar todos los stock en el rendimiento máximo sostenible (RMS) en el 2020, acabar con la sobrepesca, luchar contra la pesca ilegal y proteger como áreas marinas protegidas el 10 % de los mares, huelga decir que lo que se decida en Lisboa, trascenderá Lisboa. 

China: convenio sobre biodiversidad

Y lo mismo ocurrirá en el lejano Kumming, allá por el mes de octubre. Porque las partes de este tratado internacional jurídicamente vinculante revisarán en esa ciudad china las metas de Aichi, que con otros números vienen a ser los ODS de la ONU, y fijarán los objetivos pos 2020 para proteger la biodiversidad. Agricultura, silvicultura, pesca, turismo y gestión del agua están marcados en esa agenda como sectores que más afectan a la diversidad biológica, por lo que también lo que ocurra en Kumming puede tener réplicas en Vigo, Marín, A Coruña y mismo a Rianxo y a su xouba. 

Marsella: especies en la lista roja de la IUCN 

Puede que eso de Rianxo y su xouba sea exageración, pero tampoco es descabellado. No hay que olvidar que el stock de sardina está en horas bajas. Casi tanto como lo estuvo el atún rojo. Y esta especie, ahora recuperada, ahí sigue, diez años después, en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Este 2020 toca congreso de la organización, una cita que se celebra cada cuatro años y se tiene por el evento de conservación más grande del mundo, pues es en ese foro donde el mundo se reúne para definir prioridades e impulsar acciones de conservación y desarrollo sostenible. Que el sector pesquero no puede faltar a la cita lo demuestra lo ocurrido en el último congreso, celebrado en Hawái, del que salió la sugerencia de vedar a la actividad extractiva el 30 % de los mares antes del 2030. Garat espera, al menos, que la reunión, en la que se revisarán las especies con farolillo, retire al atún rojo de esa lista del mismo color y este pueda volver a comercializarse en restaurantes de EE. UU., por ejemplo, en los que estaba vetado. 

Roma: comité de pesquerías de la FAO 

También en el 2020 toca reunión del comité de pesquerías de la FAO (COFI). Es la 34 sesión y, como cada dos años, se examinarán las cuestiones más candentes y problemas internacionales de la pesca y la acuicultura y se formularán recomendación para Gobiernos, organizaciones regionales de pesca, oenegés, sector... Y este no puede perder de vista este foro, en el que se negocian acuerdos mundiales e instrumentos no vinculantes y que cada vez más está siendo empleado por los ecologistas para «subestimar al sector pesquero y tomar medidas de gestión» que en ocasiones entorpecen la actividad extractiva, según el secretario general de la patronal pesquera española. 

Nueva York: conferencia sobre biodiversidad marina 

Es quizás la cita más importante. Al menos una de las que más se juega el sector pesquero. Y está cerquita en el calendario. A finales de marzo, en Nueva York se celebrará la cuarta sesión de la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina en Alta Mar (BBNJ, por sus siglas en inglés), de la que tiene que salir un acuerdo jurídicamente vinculante que se aprobará a nivel de la ONU para proteger los recursos genéticos en alta mar. La de Nueva York será la reunión definitiva para dotarse de una legislación que incorpora tanto áreas marinas protegidas como límites a las actividades humanas más allá de la jurisdicción nacional, sea la minería, la biotecnología, la energía eólica marina, los hidrocarburos o la pesca. Ahí los representantes del sector se afanarán en conseguir que ese documento jurídico vinculante esté al mismo nivel que el denominado Acuerdo de Nueva York sobre especies altamente migratorias y sus organizaciones regionales de pesca (ORP), evitando que estas queden por debajo del nuevo tratado. 

Bruselas: convenio sobre biodiversidad 

Y aún con todos esos frentes fuera de casa, no hay que desentenderse de los asuntos a media distancia, esos que tienen a Bruselas como epicentro y que en un despiste pueden tanto cargarse el xeito como prohibir cortar la aleta al tiburón a bordo. En esta ocasión, la amenaza también llega por el lado verde, el color de ese pacto europeo cuya propuesta legislativa se presentará en febrero o marzo a más tardar y al que «hay que estar atento» por lo que puede afectar a la pesca. Hacia la capital belga también habrá que mirar para conocer el desenlace del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), que España pretende que financie la modernización de barcos, y la decisión sobre el reglamento de control y si hay que dejar entrar cámaras a bordo de los barcos.

Londres: el aparcado «brexit» 

Tanto tiempo latente que el sector ha acabado por dejarlo a un lado en sus preocupaciones. Pero habrá que poner de nuevo el foco en el divorcio del Reino Unido con la UE, pues el 31 de diciembre del 2020 concluirá el período transitorio, ese en el que la flota puede faenar en aguas británicas como si el país siguiese casado con los otros 27 Estados, y es preciso firmar un acuerdo bilateral de pesca y comercial. Algo que, a juicio de Javier Garat, «parece una utopía», por más que Boris Johnson haya mostrado su intención de llegar a un acuerdo con la UE en esta materia.

Galicia: marrajo, segundo asalto 

Prohibir la pesca de marrajo dientuso es algo que ya se intentó en la cumbre que la ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico) celebró en noviembre en Palma. La propuesta no prosperó, pero ya entonces se fijó un segundo asalto: una reunión en julio de la ICCAT en la que se evaluará el estado del stock. Al menos, la flota jugará en casa, puesto que el escenario será Galicia. 

Copenhague: hacia donde miran cigala y sardina 

Allí donde tiene la sede el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) es hacia donde dirigen la mirada el arrastre de litoral y el cerco. Los primeros esperan la revisión, por parte de los científicos, de la prohibición de capturar cigala en Galicia, y los segundos que reconduzcan su consejo sobre la sardina ahora que los últimos informes han constatado una mejoría de la especie.