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La negociación de las cuotas de pesca se «atraganta» con el bacalao

i. Sánchez artero BRUSELAS / E. LA VOZ

SOMOS MAR

Los «superhéroes» reales. Representantes del sector pesquero siguen las negociaciones en Bruselas y polemizan en Twitter con los ecologistas, que presionan caracterizados de superhéroes
Los «superhéroes» reales. Representantes del sector pesquero siguen las negociaciones en Bruselas y polemizan en Twitter con los ecologistas, que presionan caracterizados de superhéroes

España consigue suavizar recortes en merluza y jurel, pero no está satisfecha con la última propuesta

18 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Diez horas después de que la presidencia finlandesa pusiera sobre la mesa su propuesta de totales admisibles de captura (TAC) y cuotas en el Atlántico y el mar del Norte para el 2020, las negociaciones seguían sin apenas avances. Tanto la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, como la conselleira de Mar, Rosa Quintana, coincidieron en que el nuevo planteamiento mejora las cosas para España con respecto al documento presentado por la Comisión Europea el pasado mes de octubre. Pero no lo bastante. No es suficiente para el sector pesquero.

La conselleira subrayó que la propuesta de la presidencia la vivió con «esperanza, aínda que entendemos que hai moito marxe para mellorar». Aunque el optimismo duró poco y las mejoras no avanzaron por el bloqueo actual de Francia con el bacalao. El Ejecutivo comunitario se está mostrando muy exigente con la aplicación de determinadas medidas técnicas que, a su juicio, ayudarán a proteger la citada especie, que se encuentra una situación biológica complicada, y eso está atragantando negociaciones.

En esta primera propuesta, los jureles han sufrido un respiro. Para el stock del sur, amenazado con un tajo del 50 %, ya se planteaba dejarlo en el cupo actual. Sin embargo, Quintana cree que «aínda hai argumentos para conseguir ese incremento do 24 %» del que hablaban los científicos. Menos pie hay para el del Cantábrico. Reconoce que ese stock «non está na mellor situación posible», y se conformaría con «un aumento da flexibilidade para poder pasar xurelo da zona VIIIb —golfo de Vizcaya— á VIIIc».

En el caso de la merluza del Cantábrico, la amenaza de recorte se ha suavizado. Del -20 % que pedía Bruselas se ha pasado al -10 % que sugiere la presidencia finlandesa, pero España no renuncia al -3% o, incluso, al statu quo. Eso es lo que se pide para la merluza de Gran Sol. Y ahí cuenta con el apoyo del Reino Unido, Bélgica y Holanda. «É importante, non so polo valor económico desta pesqueira, senón que pode servir como elemento para facer intercambio con outros países para os que esta especie puede ser limitante», concluyó Quintana.