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Científicos del IEO de Vigo hallan plásticos en ejemplares de lanzón

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Solo dos de los 27 pescados analizados no presentaban residuos de este tipo en su aparato digestivo

10 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Como especie piscívora que es, al lanzón picudo (Alepisaurus ferox) le gusta alimentarse de cefalópodos, crustáceos y atunes, aunque no le hace ascos a otras especies de peces e incluso hay documentados casos de canibalismo. Y por lo que han percibido investigadores de los centros del IEO (Instituto Español de Oceanografía) de Vigo y de Málaga, en esos banquetes también ingiere plásticos. De todos los tamaños. Micro, sobre todo, pero también macro.

Lo han comprobado los científicos, que se han fijado en esta variedad piscícola, de escaso valor comercial pero presente como captura accesoria en la pesca de atún y de amplia distribución -tanto en el Atlántico, como el Pacífico o el Índico-, para evaluar la ingestión de desechos plásticos marinos y tratar de comprender cómo afectan los plásticos a las distintas especies de peces.

Dos campañas

En el marco de ese estudio, los investigadores comprobaron que buena parte de los 27 especímenes capturados en el marco de dos campañas desarrolladas por el IEO en el 2015 y el 2016 en el Atlántico norte -entre las islas Azores y Portugal- tenían plásticos en su estómago. Solo dos de los pescados en la prospección del 2016 no tenían residuo de este tipo alguno en el aparato digestivo.

Así, el 37 % de los órganos analizados contenían macroplásticos, con un peso promedio entre los 0,46 y los 1,46 gramos. Films y otras bolsas plásticas fueron la categoría más abundante (60 %) de lo que se encontró en los estómagos de los peces analizados. Además, los principales polímeros sintéticos que se caracterizaron fueron el polipropileno (PP) y el polietileno (PE), empleados, respectivamente, en envasado de alimentos y películas transparentes y en recipientes de líquidos, tuberías y cajas de pescado, entre otras aplicaciones.

Si un tercio de los lanzones examinados había ingerido macroplásticos, los microplásticos estaban presentes en tres cuartas partes de los estómagos analizados. Se encontraron en el 74 % de los especímenes. Los elementos encontrados en cada individuo varían de 0 a 16, con un valor promedio de 4.7 y 4.8 por órgano. En este caso, solo se observaron dos tipos de residuos: fibras y fragmentos, siendo las microfibras (85 %) el tipo dominante.

Impacto de los residuos

De las dos campañas que se realizaron, en el 2015 y en el 2016, solo se encontraron macroplásticos en los lanzones capturados el primer año; microplásticos, sin embargo, se hallaron en ambas campañas.

La información obtenida en este estudio será de utilidad como herramienta en los programas de seguimiento del impacto de los residuos plásticos en el medio marino.