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La ONU evalúa si la plataforma gallega llega hasta las 350 millas

espe balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

SOMOS MAR

De aprobarse, se ganarían 56.000 kilómetros cuadrados de superficie marina

02 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia está cada vez más cerca de adherir 56.000 kilómetros cuadrados a su territorio. Tras una espera de diez años, ha llegado el momento de someterse a examen. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha comenzado a evaluar la solicitud presentada por España en el año 2009 para reconocer la plataforma continental de la costa oeste de Galicia más allá de las 200 millas náuticas (322 kilómetros) consideradas zona económica exclusiva.

«Este reconocimiento nos permitirá tener la soberanía para explotar y proteger los recursos marinos que haya en la zona», explica Luis Somoza Losada, geólogo del Instituto Geológico Minero en Madrid y jefe científico de la misión ante la ONU. Somoza, que presume de origen gallego -es sobrino nieto de Castelao y su tío abuelo fue Alfredo Somoza, el último presidente de la diputación de A Coruña por el Partido Galleguista durante La República-, acaba de defender la propuesta ante la subcomisión de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar. Llegó a Nueva York con la maleta repleta de mapas y el fondo marino gallego detallado casi al milímetro. «Estamos bajo examen. Bajo presión», comenta en tono positivo y optimista.

 La petición de España consiste en ampliar el margen continental de la costa oeste hasta las 350 millas náuticas (648 kilómetros), lo que supone ganar una superficie equivalente a dos veces Galicia, desde el río Miño hasta el golfo de Vizcaya. La profundidad del mar en la zona va desde los 800 metros del banco cercano al litoral, hasta los 5.200 de las llanuras abisales.

 Visos de prosperar

La demanda tiene visos de prosperar, puesto que supone la ampliación de la plataforma continental ya aprobada en el 2009 en la costa norte de Galicia, entre el Cantábrico y Gran Sol. «Esta es la pieza del puzle que falta hacia el sur», apunta el experto. Entre las dos, podrían sumar un total de 138.000 kilómetros cuadrados de territorio adquirido.

Esta primera propuesta, presentada junto a Francia, el Reino Unido e Irlanda, impulsó las campañas oceanográficas Breogham y ESPOR a bordo del buque Hespérides en el golfo de Vizcaya y Galicia.

 El equipo de científicos, encabezados por Somoza, descubrió en el fondo submarino gallego un cruce de caminos poco habitual en el océano Atlántico, donde se juntan el margen submarino unido a la corteza oceánica, activo, y la placa que se mete debajo del continente, pasiva.

En el área que ahora está en discusión, se han descubierto indicios de la existencia de gas natural e hidratos de gas en el fondo marino gallego. Estos últimos son importantes tanto por su posible condición de reserva energética como por su papel en el cambio climático, debido al impacto en el calentamiento del fondo marino.

Famoso es también el denominado Gran Burato, un cráter submarino de más de cuatro kilómetros de diámetro, ubicado a unos 150 kilómetros de la costa gallega, que podría contener gas. «Una cosa es que haya recursos energéticos y otra muy diferente es que se puedan explotar», comenta Luis Somoza. Esa posibilidad dependerá de las compañías de hidrocarburos, en caso de que la ONU apruebe la ampliación, que no afectará a la política pesquera, que depende de la Unión Europea. En su día, la Xunta, que financió dos expediciones para explorar la zona, ya analizó la posibilidad de plantear a Repsol YPF el estudio de viabilidad de explotación.

Un proceso en el que han ido de la mano geólogos, biólogos y militares de la Armada

El retraso que acumula el proceso «nos ha permitido sacar mucho rendimiento científico», apunta Luis Somoza. Este conocimiento no habría sido posible sin su empeño y el de la docena de investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (Igme), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Instituto Hidrográfico de la Marina, a los que llama la guerrilla por su trabajo con muy pocos recursos.

 A partir de ahora, los expertos de la ONU analizarán la propuesta de España. No hay una fecha concreta para que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental emita su resolución. Eso sí, de ser favorable, se cerrará con una serie de recomendaciones por parte del mismo organismo encargado de estudiar si la plataforma gallega llega hasta las 350 millas hacia el sur.

Y mientras espera la resolución del caso, Luis Somoza y esa guerrilla que no llega a Ejército asumirá el siguiente reto, que consistirá en ganar más terreno submarino para España. En este caso, tratará de conseguir la ampliación en 296.000 kilómetros cuadrados de la costa de Canarias.

 De Galicia a Irlanda

El geólogo marino y su equipo confían en que todos esos trabajos fructifiquen como el proceso que en el 2009 permitió a Galicia ganar suelo, por más que este se encuentre bajo el mar. Los fundamentos ofrecidos lograron que hoy sea posible llegar desde Galicia a Irlanda caminando sin dejar de pisar suelo gallego. Eso sí, tendría que recorrerse el trayecto con escafandra y, literalmente, pies de plomo.