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La patronal de la estiba, en alerta ante el aumento del número de polizones que intentan entrar en los barcos

La Voz REDACCIÓN

SOMOS MAR

XOÁN CARLOS GIL

Melilla, Bilbao y Santander son los puertos más afectados

08 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo (Anesco) ha mostrado abiertamente su preocupación por el incremento del número de polizones que de un tiempo a esta parte percibe, sobre todo, en determinados puertos. La inquietud fue expuesta en la última reunión del comité ejecutivo de la patronal de la estiba, foro en el que los empresarios del sector analizaron la situación que se da en algunas terminales, al tiempo que alertaron de que cada vez hay más personas que tratan de alcanzar otros países de forma ilegal a través del transporte marítimo.

«Cada vez son más las personas que pretenden embarcar como polizones en los buques a los que nuestras empresas asociadas prestan servicios», denunció Anesco en un comunicado. Señala asimismo que es un problema importante, dado que «esta circulación clandestina de personas, dentro de terminales en las que se mueven mercancías, resulta sumamente peligrosa para la integridad de las propias personas que transitan y pernoctan entre maquinaria pesada y cargas suspendidas, sin ninguna medida de seguridad».

La patronal de la estiba apunta que los mayores repuntes en la incidencia de este fenómeno se está produciendo en los puertos de Melilla, desde los que los polizones intentan alcanzar la Península, así como en los de Bilbao y Santander. En este caso, las personas que se embarcan ilegalmente lo hacen en embarcaciones que tienen como destino el Reino Unido.

Visión de las navieras

Desde las compañías navieras confirman la impresión de las empresas estibadoras: «Efectivamente nos consta que, desde hace unos años, se ha producido un aumento significativo del número de polizones que afecta en particular a las líneas de la naviera francesa Brittany Ferries desde los puertos de Santander y sobre todo Bilbao», apuntan fuentes de Anave (Asociación de Navieras Españolas).

El problema, añaden, es que la legislación no ayuda a evitar esta práctica. «Al no estar tipificado como delito, una vez se les ha localizado a bordo y devuelto a tierra, no se les detiene ni se les multa, por lo que vuelven a intentarlo inmediatamente», abundan.