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Luis Planas: «El 'brexit' es un inmenso error»

E. Abuín VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

El ministro de Agricultura y Pesca peleará para que, en el futuro acuerdo bilateral, España mantenga, «como mínimo», las cuotas actuales

02 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Para los brexiters, según Luis Planas (Valencia, 1952), hay dos grandes mitos: que la inmigración ha colapsado los servicios públicos británicos y que en materia de pesca todo irá bien en cuanto el país, que apenas dispone de capacidad pesquera, recupere la soberanía. «Falsos» ambos, pero esa mitología sitúa a la flota gallega en un escenario incierto.

 -La flota está inquieta ahora que parece seguro un «brexit» salvaje.

-El brexit es un inmenso error tanto para el Reino Unido como para la UE. Trataremos que una decisión unilateral por parte del Reino Unido sea lo menos lesiva posible para nuestros ciudadanos. La semana pasada tuvimos una reunión en Madrid, presidida por la vicepresidenta del Gobierno, en la que se analizó lo relativo a la pesca. Lo primero es garantizar que toda la información llegue a los afectados para disponer de los planes de contingencia precisos para afrontar esta situación nueva, inesperada y cuyas últimas consecuencias desconocemos. Como la política pesquera es una política comunitaria, ha sido la Comisión la que ha tenido que proponer soluciones en el supuesto de una retirada abrupta del caladero británico el próximo 31 y habilitar las posibles ayudas transitorias. España cree que al día siguiente de producirse la salida, debería preservar en los caladeros de la UE a 27 las posibilidades de pesca que estén en aguas del Reino Unido. No somos, en número, el país más afectado, pero tenemos 8 barcos de pabellón español totalmente dependientes de ese caladero, y otros 20 dependientes. Eso, al margen de los problemas vinculados a los barcos de capital español y bandera británica que podrían seguir faenado allí.

 -¿Se refiere a la comercialización de productos?

-Y que en buena parte se hacen a través del desembarco en el Reino Unido. Hay que pensar que a partir de la desconexión, el Reino Unido será un país tercero y se le aplicarán los aranceles correspondientes. Por tanto, tendremos que analizar con la flota qué mecanismos alternativos existen para el transporte de productos pesqueros.

-¿Qué acuerdo conviene a España en materia pesquera?

-Ya con el Reino Unido fuera de la UE tenemos que ser muy cautos y precisos en la negociación. Lo ha dicho Michel Barnier, y lo ha dicho España, Francia y otros países, nuestros intereses están ahí y no los podemos dejar caer. Nuestro objetivo para la negociación de un futuro acuerdo pesquero bilateral es mantener, como mínimo, las posibilidades de pesca que actualmente tenemos en el caladero.

-La flota teme enfrentamientos derivados de una masificación de los caladeros por la salida, ya no solo de la flota gallega de aguas británicas, sino también la francesa, más numerosa.

-El temor viene por un documento hecho público por el Reino Unido en agosto que tiene un tono un poco apocalíptico. Para mí, lo peor va a ser, desde el punto de vista logístico, el paso entre Calais y Dover. Pero es cierto que flotas, como la francesa, con un número de unidades muy elevado, tendrá que reubicarse. Espero y deseo que no haya esa conflictividad. A mí me interesa proteger los intereses de los pesqueros españoles. Punto.

-Pero sí habría una saturación de los caladeros...

-No creo ni que el Reino Unido ni la UE estén interesados en ningún tipo de caos y no creo que se vaya a producir. Sí es verdad que es una situación absolutamente inédita: la salida de un país de la UE. Todos los acuerdos comerciales son de liberalización; este es al revés, para deshacer el camino andado y, por tanto, tiene muchas incógnitas. Pero si hay un principio de respeto recíproco y de buena fe, deberían de ir bien las cosas.

-¿Cómo se presenta la negociación de las cuotas?

-Estará condicionada primero por el brexit, aunque para entonces ya se sabrá si ha sido salvaje, si ha habido prórroga, statu quo... También por la necesidad de situar todas las poblaciones en el rendimiento máximo sostenible (RMS), aunque para las especies de interés comercial para la flota española ya se alcanzó en el 2019 y es un punto que ya tenemos avanzado. En tercer lugar, los descartes. Los hemos olvidado completamente, pero están ahí. El año pasado, gracias al esfuerzo de mi equipo, logramos una fórmula muy conveniente, pero aún nos falta consolidar esos mecanismos para el 2020. Finalmente, están los informes científicos. Nosotros siempre subrayamos que tiene que haber una triple sostenibilidad, pero es evidente que el punto de partida son los informes que realiza el ICES. La Comisión los someterá a análisis con el sector, ecologistas y Administraciones y eso nos permitirá definir mejor nuestros objetivos. Quedan 11 semanas para perfilar nuestra posición, que pasará por lograr la mayor cuota que permita la rentabilidad de la flota, sin perder de vista la sostenibilidad biológica.

«Las posibilidades de pesca son un bien público y seguirán siéndolo»

«Soy de poco prometer y cumplir». Y ayer aterrizó en Conxemar pudiendo decir que ha cumplido el compromiso que adquirió en la pasada edición de la feria: recuperar las campañas de promoción del pescado que «se habían olvidado desde la época del [añorado] FROM».

-La patronal ha presentado una enmienda a la totalidad del plan de gestión del Cantábrico y hay parte de la flota que habla de privatización de cuotas y de armadores de salón. ¿Se pondrá coto a la acumulación de cupos?

-Creo que no se ha acabado de entender el significado de la iniciativa del ministerio. Esta orden es la aplicación práctica de cuanto se deriva de la nueva política común de pesca y en particular de resolver la cuestión de los descartes. Se trata de disponer de una flexibilidad interna, a nivel de buques, para que todas las cuotas puedan ser utilizadas y de que la Administración pueda realizar intercambios con otros países. Eso nos lleva a plantear la posibilidad de guardar determinadas cantidades en reserva para evitar tener que cerrar pesquerías. Es simplista hablar de privatización. No creo que sea así. Estamos hablando siempre de un bien público y la Administración se encargará que lo continúe siendo. Las cuotas son siempre una concesión y no creo que haya riesgo de que, como pueda ocurrir en otros sectores, exista un mercado secundario de transferencias puramente financiero, para nosotros es algo que tiene que estar intrínsecamente vinculado a la actividad pesquera.

-Seguirá el pescado gallego pudriéndose en la frontera mauritana o se ha resuelto el problema?

-El acuerdo con Mauritania es un gran éxito. Estoy muy contento de que se haya logrado una prórroga automática por un año, que no es habitual, y que Mauritania se haya comprometido a facilitar lugares de desembarco alternativos si fuera necesario.