Patrocinado porPatrocinado por

Las especies empleadas en acuicultura aún conservan parientes silvestres

La Voz REDACCIÓN

ACUICULTURA

SIMÓN BALVÍS

El sector emplea cerca de seiscientas especies con familiares lejanos

23 ago 2019 . Actualizado a las 15:43 h.

A diferencia de lo que ocurre con la agricultura o la ganadería, donde muchas variedades y razas se han perdido, la acuicultura emplea en el mundo cerca de 600 especies que conservan aún parientes silvestres.

La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) difundió este viernes un informe, del que se hace eco EFE, sobre el estado global de los recursos acuáticos elaborado a partir de datos recabados en 92 países. En el 2016 fueron criadas más de 550 especies, el 45 % de las cuales apenas guardan pequeñas diferencias respecto a sus contrapartes silvestres, aunque muchas «están amenazadas y necesitan más atención para su conservación», explicó uno de los autores del estudio, Graham Mair. Entre las que muestran más signos de agotamiento en el medio salvaje están el esturión ruso, el salmón atlántico y la trucha marrón.

Las capturas de pescado se han estabilizado en torno a los 90 millones de toneladas anuales y, con un tercio de las poblaciones de peces sobreexplotadas, se espera que el aumento de la demanda en el futuro se compense con más producción acuícola. La cría de peces representa ya más de la mitad de la producción pesquera global y está creciendo a un ritmo anual del 6 %, aunque podría ralentizarse.

Mair hizo un llamamiento a desarrollar la mejora genética en este sector con vistas a aumentar su productividad y afrontar los desafíos que plantea el cambio climático, logrando especies más tolerantes, por ejemplo, al aumento de temperatura, «para que cuando se realice la selección, estas puedan adaptarse a las condiciones cambiantes y ser criadas de modo más eficiente», especificó. La opción tradicional pasa por la mejoría selectiva estándar, muy empleada en agricultura y ganadería, si bien en la acuicultura ha empezado limitándose a especies de alto valor como el salmón o los langostinos.

El informe revela que el 45 % de los países consultados no han visto aún beneficios derivados de la mejora genética en el sector acuícola. El experto de la FAO pidió al sector privado que colabore con los gobiernos e invierta en especies importantes para la seguridad alimentaria como la tilapia con vistas a lograr un mayor impacto.