Asuntos como la norma comunitaria de los descartes, el brexit o la renovación de acuerdos para faenar en caladeros como el de Marruecos (donde hay más de 40 licencias españolas pescando, algunas de ellas gallegas) están haciendo de este año un ejercicio difícil para la pesca nacional.
El ministro Luis Planas, en una entrevista concedida a Efe, apuntó sin embargo algunos de los tantos conseguidos, como los resultados de las cuotas y Totales Admisibles de Capturas (Tacs), así como la resolución de las negociaciones con Marruecos, Senegal o Guinea Bisáu (y el de Mauritania, que está en proceso), «que amplían las perspectivas de trabajo de nuestra flota, en defensa de una pesca sostenible». Planas defiende que esa pesca sostenible debe basarse en criterios científicos, porque «el equilibrio entre el factor reproductivo y el extractivo es fundamental para la continuidad y estabilidad de nuestros mares y océanos», sumado a «la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada».
La mayor flota de la UE
Según los datos del Ministerio de Pesca, la flota española -la más importante de la Unión Europea-, es ahora mismo la que más se beneficia de los acuerdos entre la Unión Europea y terceros países: 250 barcos para doce convenios. Sobre el brexit, Planas señaló que espera que su impacto «sea el mínimo posible», ya que aunque no «afecta cuantitativamente de una forma significativa», sí lo hace «en algún caladero concreto, y sobre todo teniendo en cuenta que hay muchos buques con otros pabellones pero de capital español», aseguró.
España ha incluido en las negociaciones para la reforma del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP) que haya «no solo créditos reembolsables, sino ayudas a fondo perdido» para la acuicultura. Y es que, según Planas, esta actividad se está desarrollando de «forma muy importante» en nuestro país y constituirá en los próximos años una de las fuentes «de producción de pescado más importantes».