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La devaluación del peso da un respiro a las pesqueras gallegas en Argentina

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

La caída de la divisa reduce sus costes de explotación, pero el sector teme que si cambia el Gobierno suba la presión fiscal

14 ago 2019 . Actualizado a las 20:18 h.

¿Qué tiene que ver la demoledora derrota electoral sufrida este domingo por el presidente argentino, Mauricio Macri, con el precio al que compraremos los langostinos la próxima Navidad? Pues tiene que ver y mucho, porque buena parte del producto que llega al mercado español es exportado desde aquel país por las grandes pesqueras gallegas que lo extraen y procesan allí.

Y esta nueva crisis que en pocas horas ha provocado el desplome de la divisa argentina, con caídas de hasta un 14 %, también tendrá un impacto directo en el sector gallego. Aunque esta vez con un efecto, en principio, beneficioso para las compañías, porque mientras las exportaciones las facturan euros, los costes de explotación los pagan en la moneda devaluada, es decir, en pesos.

«Una devaluación de este tipo tiene un primer efecto beneficioso para las inversiones pesqueras españolas, porque se diluyen los costes locales», explican fuentes del sector. Aclaran, sin embargo, que el impacto de esta situación es efímero, porque los gastos de personal inmediatamente se ajustan. «Los tripulantes piensan en dólares», bromea un bróker del sector.

«El desplome de la divisa es un beneficio transitorio, ya que volverán a subir los costes. Si bien aporta una incertidumbre de cara a los próximos meses. Un más que previsible cambio de Gobierno podría volver a traer un mayor intervencionismo sobre la iniciativa privada y cambios sobre el estatus actual», explica un empresario de la industria pesquera gallega.

Amenazas en el horizonte

«Habrá que permanecer atentos durante estos meses para identificar bien las oportunidades y amenazas que puedan aparecer en el horizonte», añade.

El temor de las empresas pesqueras gallegas con intereses económicos en este país es que, haya o no nuevo Ejecutivo, las autoridades opten por subir impuestos para intentar paliar la situación de un Estado en bancarrota.

Hace ahora un año, en septiembre del 2018, el todavía presidente argentino puso en marcha una serie de medidas para contener el déficit, entre ellas la aplicación de una retención superior al 7 % a las exportaciones de productos del mar. Este gravamen no afectó directamente a la rentabilidad de las grandes pesqueras gallegas que operan en este país, pero sí tuvo un impacto en los precios del producto.

Argentina es uno de los mayores caladeros de langostino salvaje de Nueva Pescanova, Iberconsa, Profand o Pereira. La bajada de precios de este marisco antes de esta última crisis ya preocupaba al sector.

Según el balance del primer semestre del año hecho por la Subsecretaría de Pesca argentina, hasta julio la descarga de langostino registró un descenso del 8,6 % respecto al año pasado, con un total de 75.669 toneladas. Su precio ha caído un 1,5 %.

Hay otras especies en juego para los intereses gallegos. Según el mismo informe, la merluza negra tuvo mejores capturas en comparación con el mismo período del año anterior: 2.177 toneladas cuando en 2018 la cifra se quedó en 1.762 toneladas. Por el contrario, el abadejo, sobre el que pesan medidas restrictivas de captura, ha caído en volumen de descargas en un 48 %, sumando 1.440 toneladas desembarcadas.