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¿Se quedará Galicia sin empanada de choco? Arousa también entra en veda

L. Vidal REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

XOAN CARLOS GIL

Las rías de Vigo y Pontevedra llevan años cerrando zonas para preservar los alevines

03 ago 2019 . Actualizado a las 12:14 h.

Que no cunda el pánico entre los amantes del cefalópodo. Las aguas cerradas a la pesca del choco se circunscriben, en el caso de Arousa, a la zona III, la que va «desde a metade de Arousa ata Rianxo cara dentro da ría», explica el patrón de Ribeira José Pérez, presidente a su vez de la Federación de Confrarías de Galicia. Queda prohibida la captura, tenencia a bordo, transbordo, comercialización y venta de esta especie con cualquier arte (incluidos los pescadores deportivos), desde el 1 de agosto y hasta el 31 de octubre, entre Ribeira y O Grove.

Un acuerdo adoptado por la Xunta tras haberlo solicitado la propia Federación y que ha contado con dos votos en contra, los de los pósitos de Cambados y Carril, mientras que cofradías como las de Ribeira, Aguiño, Palmeira o Pobra abogaban, en cambio, por la extensión de la veda al conjunto total de la ría. «A Xunta dixo que estaba ben así, para comezar cun plan experimental e probar a ver que tal», añade el patrón ribeirense. La medida obedece a criterios científicos de conservación. «Nos últimos anos vense detectando que nese punto é onde máis desova o choco. Tódalas crías están aí, ao contrario que da ría cara fóra, onde se atopan os exemplares máis grandes», matiza.

En el mercado, no obstante, seguirá habiendo choco. «Porque se non é de aquí, pois será de Muros ou de Pontevedra», replica el responsable de la Federación de Confrarías de Galicia. ¿Los precios? «Este ano non houbo gran cantidade así que se vende máis caro», dice Pérez sobre un manjar que se antoja prohibitivo para muchos, como su primo el pulpo. «Fluctúa moito porque depende da temperatura da auga, de se houbo temporais, das artes que se empreguen...», añade. 

Pioneros de las vedas

En Redondela saben mucho de paros. «Somos pioneros, practicamente», asegura el patrón de la cofradía de San Juan, Clemente Bastos. Antes el plan de explotación abarcaba cinco meses pero mientras los profesionales colgaban las botas, los pescadores deportivos campaban a sus anchas. «Ahora ya no es así. Se cierra para todos», algo que considera «lógico», teniendo en cuenta que en esta época «hay mucho choco pequeñito, el futuro del año que viene». El ingrediente de tantas empanadas es una especie de rápido crecimiento, como el pulpo, y con una vida muy corta, «unos dos años», con lo que si a estas alturas del año fuese pescado, no habría ejemplares que desovasen la próxima campaña. «Hasta ahora las vedas nos han dado muy buenos resultados», admite Bastos. «De hecho, yo siempre les decía a mis compañeros de otras rías que tenían que hacer lo mismo que aquí. Es más, debería hacerse con todas las especies, porque somos nosotros los que tenemos que proteger esto». En el caso de Redondela, la veda arrancó el 1 de julio para el trasmallo, con dos semanas más de margen para las nasas artesanales, y donde el territorio que quedará virgen hasta noviembre abarca desde el monte da Guía hasta Moaña ría adentro.

De momento, el ejercicio 2019 depara resultados similares al año pasado, «aunque menos cantidad porque también hay menos embarcaciones, a razón de cuatro o cinco menos cada año. Eso sí, se paga más, mejor para el pescador». La falta de relevo generacional está haciendo mella en el colectivo. Si hace diez años estaba integrado por unos ochenta barcos, la cifra se ha reducido a la mitad. «Por desgracia cada vez hay menos, y la administración no da facilidades. Hoy en día, el mar no es rentable. Es una pena», lamenta.