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Javier Garat: «Ha sido gradual, pero en diez años el consumo de pescado ha caído un 19 %»

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

El secretario general de la patronal Cepesca cree que los chefs y pueden ser importantes prescriptores del sector pesquero

07 jul 2019 . Actualizado a las 08:33 h.

Javier Garat (Sanlúcar, 1971) entona el mea culpa en nombre del sector por no haber hecho lo suficiente para despojar a la pesca de esa mala imagen que la persigue. «No hemos invertido lo suficiente en comunicación», dice, y eso ha hecho que cale más en la sociedad cualquier mensaje catastrofista lanzado por una oenegé, por más que no tenga fundamento científico alguno.

 -¿No será que se siguen haciendo las cosas mal?

-Por supuesto que hay gente que sigue haciendo las cosas mal, como en cualquier sector económico. Pero la mentalidad ha cambiado radicalmente. Hoy, la gran mayoría quieren hacer las cosas bien, quieren observar la ley, a pesar de que las normas, a veces, son muy difíciles de cumplir, y piensan en la sostenibilidad en sus tres dimensiones, en la medioambiental, pero también en la social y la económica.

-Parece que hay confusión sobre qué es la sostenibidad. ¿Qué es?

-La mayor parte de la gente entiende la sostenibilidad como la conservación pura y dura de los recursos. Vamos, lo que viene a ser la pata medioambiental, olvidándose de la social y de la económica. Se obvia que hay personas que viven de esto, que hay empresas que generan empleo y riqueza y que son los que traen pescado al mercado para que los consumidores tengan su alimento. Afortunadamente, eso también está cambiando, porque los stocks han mejorado muchísimo y la UE, por ejemplo, ya se está centrando más en cuestiones sociales. De hecho, acabo de ser nombrado experto del ponente del informe que la Comisión acaba de encargar al Consejo Económico y Social Europeo (CESE), que es Gabriel Sarró. Y si Bruselas lo ha solicitado es porque tiene interés en conocer cuáles son los intereses sociales pensando en futuras mejoras de la política pesquera. Y eso es positivo.

 -Han encontrado en los chefs un aliado. ¿Qué pueden hacer los cocineros por los pescadores?

-En los últimos años se han convertido en importantes prescriptores. Tienen fama en la sociedad, a la gente les gusta lo que hacen y lo que dicen, y les hacen caso. Eventos como el celebrado el mes pasado (el primer Encuentro de los Mares, organizado por la división de Gastronomía de Vocento) pueden servir para ponernos en contacto a pescadores, medios de comunicación, chefs, científicos, etcétera, para intercambiar opiniones, conocernos mejor unos a otros y aclarar mitos y realidades. Creo que los chefs que están en sus restaurantes ofreciendo pescado a los consumidores, con esa capacidad que tienen de transmisión del conocimiento a la sociedad, los clientes y medios de comunicación, sería importante que se interesaran por la situación real de la pesca, tanto desde el punto de vista medioambiental como social y económico y que se conviertan en el futuro, desde ya, en prescriptores positivos del sector.

-Y que prescriban pescado, porque el consumo está cayendo...

«Es absurda la obligación de fichar en el mar; imposible de cumplir» -Sí. Poco a poco, gradualmente, pero en los últimos 10 años ha caído en torno al 19 %. Es un dato preocupante que entre todos tenemos que tratar de enmendar. No solo por el bien del sector pesquero, que vive de la venta de pescado, y de toda su cadena, sino también por la salud de los españoles, por un lado; y su relación con el gasto sanitario.

-Dice la UE que la pesca gana más dinero que nunca.

­­-No es ninguna sorpresa. Si los stocks cada vez están mejor, en rendimiento máximo sostenible (RMS) y se puede pescar más, porque las cuotas en los últimos años han crecido considerablemente, a pesar de que para España sigan siendo escasas en algunas especies, es lógico que haya más ingresos y que empresas y trabajadores estén en mejores condiciones. Ahora bien, como en todo, la generalización no es válida para todo el mundo, y hay flotas que lo están pasando mal.

 -¿Es posible entonces que la pesca se muera antes por falta de tripulantes que de pescado?

-Es el mayor de los problemas que tenemos en la actualidad y por eso estamos trabajado muchísimo para intentar resolverlo,

 -No sin polémica. 

-Solo ha habido polémica en un aspecto muy concreto, como es la modificación de un artículo de un real decreto que regula las atribuciones de los titulados; en concreto, la que afecta al patrón costero polivalente. Pero se está trabajando en otros muchos ámbitos, desde la negociación colectiva para fijar un acuerdo marco, como la formación; y en dar a conocer la realidad de la pesca, así como en la apertura de contingentes de trabajadores extranjeros...

-¿Ese desapego al mar es exclusivo de Galicia?

-Es generalizado. Claro que en Galicia, que tiene la mitad de la flota española, el problema es más grave. Pero ocurre en España, en Europa y a nivel mundial. Incluso en Japón tienen dificultades y han venido a España a inspirarse.

-¿Se puede fichar a bordo?

«Al sector pesquero siempre se le aplica la presunción de culpabilidad» -Es otra de esas normas que, en el caso de la pesca, no tienen ningún sentido y, además, son imposibles de cumplir por la dinámica a bordo. ¿Vas a pedirle a un marinero, con todo el trabajo duro que tiene que hacer, que apunte en un papel cuándo subió a bordo, cuándo llegó al caladero, cuándo durmió, cuándo fumó un cigarrillo, cuando...? Esperemos que encuentren una fórmula para eximir al sector de esa obligación absurda.

-¿Se va a estrangular la flota con alguna especie por la obligación de desembarco?

-Hasta ahora se ha ido arreglando, con los mecanismos de flexibilidad entre especies y los mínimis, pero los problemas pueden venir a partir del segundo semestre.

-Parece que se va a poder desguazar flota y modernizar barcos?

 -Parece. Ahora hay que revisar los criterios de elegibilidad, que fueron los que provocaron el fracaso del actual fondo pesquero. Desde luego, si se siguen supeditando a que no se tengan sanciones ni en los 5 años anteriores ni en los 5 que viene va a ser difícil, porque nadie sabe si en el futuro se va a cometer una infracción o no, sobre todo cuando tenemos casi mil normas que cumplir. Es una locura. Eso es la falta de confianza que tiene la UE hacia el sector en general. Siempre se le aplica la presunción de culpabilidad. Así como a nosotros nos piden que observemos la cultura del cumplimiento, también Bruselas debería empezar a pensar en esa presunción de inocencia.