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La viuda del patrón del Senefand, hundido en Senegal, lleva al juzgado las deficiencias de seguridad del barco

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

José Vicente Pazos desapareció en el hundimiento del pesquero en febrero del 2017

10 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Sandra Patricia Arias, viuda del que fue patrón del Senefand 1, el gallego José Vicente Pazos, ha denunciado en el juzgado a la empresa armadora del barco, la viguesa Profand, por las deficiencias que presentaba el pesquero, que se hundió en aguas de Senegal en febrero del 2017. De los once tripulantes, ocho consiguieron salvarse al alcanzar la balsa salvavidas de la que fueron rescatados tres días después. Los otros tres, entre ellos Pazos, jamás fueron localizados.

La vista está prevista para diciembre, según avanzó el abogado de Arias, Alipio Santiago. Este señala que el fallecimiento fue en un accidente de trabajo porque el barco no reunía condiciones de seguridad. El letrado -que dice estar también titulado en Náutica y Máquinas- explica que, aparte de su antigüedad, el pesquero presentaba «un problema bastante importante, porque tenía una rampa corrida en el costado de estribor» y este tipo de aberturas «tiene un efecto importante sobre la estabilidad». Además, tenía unas puertas en el parque de pesca a la altura de la rampa, que hacían que el barco estuviese muy expuesto a la entrada del agua.

Todo eso constituye, a juicio de Santiago, «un defecto importante en la seguridad del buque».

El abogado de Sandra Patricia Arias apunta que el informe realizado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), aunque «basado en conjeturas» y con imprecisiones, deja entrever que la embarcación no reunía las condiciones de seguridad.

Causas del accidente

El análisis que hace el órgano adscrito al Ministerio de Fomento concluye que «la causa del accidente fue el sobrepeso durante la maniobra de izado del copo que provocó una escora repentina y muy pronunciada en el barco , que dio lugar, al estar abiertas las puertas de popa del parque de pesca, a una inundación progresiva del buque y su posterior vuelco».

Ahora bien, está realizado en base a «suposiciones», pues mantiene que el peso de las capturas en el copo sería de 20 toneladas -tal y como declaró la tripulación-, cuando un buque con la potencia que tenía el Senefand 1 no puede arrastrar 20 toneladas, argumenta Alipio Santiago. «Un buque de ese tamaño y esa potencia no puede arrastrar 20 toneladas; 7, 8, 10 como mucho», abunda.

En definitiva, que los fallos que presentaba la embarcación influyeron de forma importante en el naufragio del barco y constituían un riesgo que acabó materializándose y cobrándose la vida del patrón, que iba en el puente.