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Investigan a 4 chinos por furtivismo al encontrar 18.000 carallos de mar en su restaurante de Cádiz

E. Abuín LA VOZ

SOMOS MAR

Guardia Civil

Entre la mercancía también había 293 caballitos de mar desecados

10 jun 2019 . Actualizado a las 18:44 h.

En Andalucía no es como aquí, en Galicia, donde la extracción natural de carallo de mar u holoturia está regulada y existen planes de explotación para poder explotar este equinodermo que espanta a los locales pero por el que se pelean en Asia por las propiedades afrodisíacas que se le atribuyen. En el sur de España, según explican fuentes de la Guardia Civil de Cádiz, no pasa nada si se capturan uno o dos ejemplares a pesar de que es una especie protegida, pero sí está prohibida su extracción masiva y su comercialización. Y lo que los agentes del instituto armado encontraron en un restaurante chino de Cádiz era ya una cantidad industrial. Y con fines industriales, puesto que ya había en la trastienda del local paquetes preparados para distribuir por mensajería exprés a otros restaurantes de comida china de Asturias, Madrid, Soria e, incluso, a Luguria (Italia).

La Guardia Civil actuó porque tenía «fundadas sospechas» de que los responsables del establecimiento podrían estar comprado a pescadores furtivos importantes cantidades de carallo de mar. Así, se montó un dispositivo que llevó a inspeccionar el almacén del establecimiento, donde nada más entrar, los agentes dieron con una veintena de cajas de cartón, de tamaño considerable, repletas de holoturias. Y no solo de eso. Encontraron asimismo caballitos de mar, también desecados, y de todos los tamaños.

Cantidad intervenida

En total, se intervinieron en ese local gaditano de comida china un total de 340 kilos de carallo de mar. Puede parecer poco, pero ocurre que el producto estaba desecado, por lo que se calcula que antes de ser deshidratados alcanzaban un peso de 3,4 toneladas. Unos 18.000 ejemplares, contaron los agentes.

Menos unidades había de caballitos de mar: 293. Y esta especie, que figura desde el 2013 en la lista roja de especies en peligro de extinción, sí que no se consume ni aquí ni en Andalucía, pero sí en la calle de los insectos de Pekín (Wangfujing). Los ejemplares encontrados pertenecían a la especie Hippocampus ravulosus, de especial protección, por lo que se decidió investigar a los responsables del establecimiento como presuntos autores de un delito contra la flora y fauna, al que añadieron después contra el medio marino, dado que la holoturia, como filtradora que es, se considera una especie esencial para la depuración y limpieza de las aguas.

Tanto la holoturia como el caballo de mar son son muy apreciadas en la medicina tradicional asiática, por sus supuestas propiedades curativas y afrodisíacas.