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Noruega pierde 13.000 toneladas de salmón por la floración de algas que afecta al norte del país

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

El episodio le cuesta a la acuicultura del país nórdico unas pérdidas de 82 millones de euros

27 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un buen día, las aguas que bañan las provincias de Nordland y Troms, al norte de Noruega, se volvieron grises. Una inusitada floración de algas estaba detrás de ese fenómeno cromático que sobresaltó a los acuicultores de salmón en cuanto se encontraron con raros posos en las jaulas. Y los alarmó más cuando comenzaron a aparecer los primeros peces muertos. Eso fue a mediados de mayo; el pasado viernes eran ya más de siete millones y medio de salmones -13.000 toneladas-, los que se habían perdido a causa de este episodio.

Nada más advertir la floración, las autoridades de Pesca noruegas tomaron las riendas de la situación y conminaron a las empresas a adoptar planes de contingencia y a estar en contacto unos con otros para conocer el avance de las algas y contribuir así a minimizar las pérdidas. Ha sido necesario trasladar algunos ejemplares a otras zonas menos afectadas para evitar más mortandad.

Mientras tanto, los técnicos trataban de dar con una explicación al fenómeno y determinar qué especie había provocado la crisis. Es la Chrysochromulina leadbeateri, relativamente común en aguas de Noruega y que suele aparecer en primavera, solo que rara vez lo hace con la intensidad que lo ha hecho en esta ocasión.

Alga causante

Los salmones salvajes, ante tal concentración de microalgas, se desplazan a zonas de menor floración, pero los que se cultivan en jaulas no pueden hacerlo, con lo que la Chrysochromulina leadbeateri daña sus branquias y mueren, no se sabe muy bien si por asfixia o por un agente tóxico que los deja sin oxígeno.

Las autoridades de Pesca se reúnen diariamente con el Instituto de Investigación Marina y se realizan proyecciones sobre la deriva que lleva la floración de algas para, en la medida de lo posible, evacuar salmones de esas áreas. En Troms la situación ha mejorado y el sábado no se habían detectado nuevos peces muertos ni más plantas afectadas. En Nordland, sin embargo, todavía hay zonas con altas concentraciones y la mortalidad continúa. «Esperamos que la proliferación de algas esté en retroceso, pero no se da absolutamente nada por descontado», advirtió la portavoz de la Dirección de Pesca de Noruega. Las autoridades son conscientes de que este ha sido un duro golpe para los acuicultores. Para calibrar la importancia del asunto han echado números y esas 13.000 toneladas afectadas suponen unas pérdidas económicas de 800 millones de coronas (82 millones de euros).