Patrocinado porPatrocinado por

El cerco gallego no dejará de capturar sardina pese a su indignación con el cupo

x. m. SANTIAGO / LA VOZ

SOMOS MAR

SIMÓN BALVÍS

Con solo 10.799 toneladas, el sector augura una campaña muy corta

28 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Indignado, decepcionado y resignado. Así está el sector del cerco gallego. Indignado con Bruselas por el escaso cupo de sardina que le ha otorgado este año. Decepcionado con el Gobierno central por la, a su juicio, escasa fuerza que ha ejercido en Bruselas para defender sus intereses. Y resignado porque, a pesar de que lo que querían era promover una huelga de capturas como medida de protesta, no podrán hacerlo. «Este ano foi terrible polas condicións meteorolóxicas e temos que traballar mal que nos pese», explica Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores do Cerco Galego (Acerga).

Acerga, que agrupa a 107 embarcaciones, celebró ayer asamblea precisamente para determinar si se negaban o no a faenar porque el cupo de sardina que les han concedido es de solo 10.799 toneladas, muy por debajo de las 15.425 que ellos reclamaban y un
30 % inferior al que disfrutaron el año pasado, que ya consideraron como muy bajo.

La decisión de Bruselas es «un grave erro» para el cerco gallego. «Nós que estamos no mar todos os días o que estamos a ver é que hai moita máis sardiña que o ano anterior», señala García, que dice haber examinado los estudios científicos elaborados sobre la situación de la sardina ibérica «e vimos unha cousa ben distinta da resolución da UE e non sabemos a razón», añade. Precisamente, su petición de 15.425 toneladas de cupo era, en palabras del portavoz de Acerga, «un 10 % da biomasa que o informe do ICES [Consejo Internacional para la Exploración del Mar por sus siglas en inglés] dicía que había».

Pese a todo, el cerco gallego saldrá a faenar, por lo que habrá sardina en la próxima fiesta de San Xoán. «Cun cupo tan pequeno, será unha campaña curta, pero non podemos facer nada máis. Sabemos que en Madrid tiñan as mans atadas, mais hai veces nas que hai que dar un golpe na mesa para defender os dereitos dos teus administrados», se lamenta el representante de la asociación de aglutina a los armadores gallegos del cerco, una de las artes involucradas en la captura de la sardina. «Mellor que nós ninguén sabe como está a sardiña, porque levamos auto-regulándonos desde 1980. No 2013 fomos nós os que alertamos ao ICES de que non había sardiña, non nós fixeron caso e no 2015 saltou a alarma. Tiñamos razón daquela e témola agora», añade.