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La flota de bajura lucense se reparte por primera vez cupos por embarcación para gestionar mejor la xarda

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

MARCOS CREO

Deja un 10 % de sus 428.460 toneladas para consumo global por parte del enmalle y otras artes similares

14 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La entrada en escena de la obligación de desembarco (OD) ha obligado a las cofradías a innovar y pensar fórmulas para gestionar aquellas especies con más riesgo de provocar estrangulamiento en la flota: esto es, que se agote la cuota precipitadamente y, en consecuencia, el barco tenga que amarrar. La caballa es la más temida. Solo basta recordar las últimas costeras, en las que la cuota se agotaba en apenas dos semanas, para calibrar el riesgo que esta especie supone para centenares de embarcaciones, principalmente de bajura.

A diferencia de la flota de A Coruña y Pontevedra, la Federación Provincial de Lugo ha optado para la gestión de la xarda por una fórmula que, por primera vez, introduce el reparto de cupos por embarcación. Antes de nada un apunte: «Non son cotas individuais transferibles -las controvertidas ITQ-, senón asignacións individuais de cota», señala Basilio Otero, presidente de los pósitos lucenses. ¿La diferencia? La primordial es que «non xeran dereitos históricos».

Las artes distintas de arrastre y cerco censados en Lugo disponen de 428.460 kilogramos. De este total, el 90 % se gestionará de forma individual y el 10 % restante, de manera conjunta. Esta última cantidad se reserva para aquellos barcos que emplean artes distintas de la línea susceptibles de pescar xarda, como el enmalle o las betas, que necesitan cupo para cubrir las eventuales capturas de esa especie, que de otra manera, al tener que descargarlas y no disponer de cuota, tendría que amarrar. El resto se reparte entre casi medio centenar de embarcaciones que emplean artes específicas para xarda, como es el caso de la línea o cordel. Para decidir qué cantidad corresponde a cada barco se han empleado «criterios sociais», en lugar de los históricos, dado que se ha calculado por el número de marineros dados de alta en el ISM durante los doce meses del 2018 y se reparte una cantidad por tripulante.

Cada uno de los barcos con asignación individual ha de consumir al menos el 80 % de sus kilos para poder entrar en el reparto el año que viene.

Aunque la costera arrancó el día 4, pero «ninguén se moveu», cuando en campañas anteriores la flota ya habría puesto rumbo hacia Cantabria o el País Vasco. Otero se confiesa «moi ilusionado e expectante» ante el nuevo modelo de gestión, un sistema que ha calcado Asturias y en el que se ha inspirado Cantabria.