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Profesionales del mar, soliviantados por la subida «abusiva» de la seguridad social

e. abuín / m. gago REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MONICA IRAGO

Las mariscadoras pagan ahora 46 euros más que en diciembre y los armadores, 61

02 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Real Decreto 28/2018 de revalorización de las pensiones públicas aprobado en diciembre pasado traía, entre esas «otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo» que rezaba su título, un regalo envenenado para las gentes del mar: una subida en las bases de cotización, deseada y demandada por el sector, pero, de propina, un incremento en los tipos por accidentes de trabajo y profesionales que ha disparado el recibo de la seguridad social.

El texto, que ya entonces no llegó ni a convencer a los pensionistas, ha soliviantado ahora, dos meses después de su publicación, a mariscadoras de a pie, armadores de bajura por cuenta propia y empresarios y tripulantes de embarcaciones de más de 10 TRB (toneladas de registro bruto). Que se alporicen en diferido tiene una explicación. Y es que no ha sido hasta anteayer cuando les ha llegado el recibo correspondiente al mes de enero, puesto que las cotizaciones sociales se abonan a mes vencido. Y al ver el cargo no les ha quedado otra que rendirse a la evidencia y creerse, por fin, lo que ya se había advertido desde el País Vasco, la federación nacional de cofradías y la provincial de A Coruña: que se avecinaba una subida espectacular. 

«Abusivo» es el calificativo que ha empleado la Federación Galega de Confrarías para referirse al incremento sufrido. Y abunda con otros epítetos como «desproporcionado», «inasumible» y «perjudicial para el sector».

«Todos os anos subía algo, pero 2 ou 3 euros, non 45 como vén agora de sopetón», apunta María José Vales, patrona mayor de Vilanova. En esa línea se pronuncia su homóloga de Lourizán, María del Carmen Vázquez, que apunta que «alguien tendría que explicar toda esta situación» y si la subida trae emparejada alguna mejora social.

La diferencia entre el recibo de diciembre y el de enero es sustancial. La mariscadora de a pie que antes abonaba 194 euros, recibió el 28 de febrero un cargo de 240: 46 euros de diferencia, un 23,7 % de incremento. Y el armador de un barco de menos de 10 TRB paga ahora 261 cuando en diciembre cotizaba 210 euros. Y eso no es todo, porque la subida también afecta a la seguridad social de los tripulantes por cuenta ajena de los barcos de más de 10 TRB. Eso quiere decir que, por ejemplo, un barco de cerco con diez marineros tendrá que pagar 500 euros más al mes por la seguridad social de la tripulación. 

Profundo malestar

Lo cierto es que no hay que dar muchas más cifras para dar idea del malestar que impera en el sector. «O que nos soben é un mes de traballo ao ano», comenta indignado el patrón mayor de Raxó, Iago Tomé. «Estas subidas non son asumibles, e menos nunhas situacións tan alarmantes como as que estamos vivindo», dijo José Manuel Rosas, presidente de la Federación de Cofradías de Pontevedra, que ha solicitado una reunión urgente a la Galega y no descarta posibles movilizaciones para pedir una reducción de los tipos de cotización.

Mientras, José Antonio Pérez, presidente de la federación gallega y patrón mayor de Ribeira, arremetió contra una subida introducida «pola porta de atrás» y de la que la mayoría de los afectados se enteró «polo recibo», pues fue negociada con las grandes asociaciones de autónomos y para nada con los trabajadores del mar.

Un cambio del que la mayoría del sector solo supo cuando llegó el recibo

Aunque es cierto que la mayoría no se enteró de los cambios introducidos en las cotizaciones sociales del régimen especial del mar hasta que llegó el recibo, hubo quienes advirtieron antes de lo que se avecinaba. Eso sí, se percataron solo después de la publicación del real decreto, puesto que antes, nadie les consultó negoció nada. Es el caso de Basilio Otero, presidente de la federación española de cofradías, que subraya que el malestar «chega tarde», pues desde la organización ya llevan «dende decembro pelexando cos partidos políticos» y tratando de enmendarlo en el Congreso. Sin éxito.

También lo avisó el secretario de la federación provincial de A Coruña, Jesús Longueira, que criticó que no se diese entrada a los trabajadores del mar en la negociación. Según Longueira, el incremento se debe, por un lado, a la subida de las bases de cotización en un 6,29 % -el sector pedía un 10 % porque eso mejora las prestaciones futuras- y un incremento de los tipos de cotización por contingencias comunes y profesionales en un 7,15 %. De ahí sale esa abultada diferencia, que no mitigan la bajada de la cotización por cese de actividad del 2,2 % al 0,70 %, ni el descuento en contingencias comunes del 29,30 % al 28,30 %, ya que ese porcentaje «no se aplica a toda la base de cotización, si no a parte», dice Longueira.

La única mejora que perciben es, precisamente en el caso del cese de actividad. Si antes había que solicitar la prestación por parada (casos de toxina o mortandad, por ejemplo) a partir del mes siguiente a la incidencia, ahora es posible cobrarla desde el día siguiente a que se produzca.