Rescatan en Sanxenxo a un percebeiro que se echó al mar para ayudar a dos buzos
SOMOS MAR
Auxilió a los hombres en problemas en una playa y a él tuvo que recogerlo un barco
07 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Un grupo de percebeiros colaboró ayer por la mañana en el rescate de dos submarinistas que se vieron en problemas en la playa de Foxos, en el municipio pontevedrés de Sanxenxo. A su vez, un barco de pesca, el Rocío del Mar, tuvo que auxiliar a uno de los rescatadores, un percebeiro que se lanzó al mar para ayudar a los dos submarinistas a sortear los bajos rocosos y llegar a la orilla. Los deportistas pudieron alcanzar la arena, pero el fuerte oleaje se lo impidió a su rescatador, que fue recogido por el Rocío del Mar, embarcación que lo trasladó hasta el puerto de Portonovo. Según indicaron fuentes del 112 y del Concello, uno de los submarinistas fue trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro, en Vigo, para ser sometido a un examen médico más profundo, mientras que al percebeiro lo llevaron en ambulancia al Hospital Montecelo, en Pontevedra.
Las alarmas saltaron sobre las 11.30 horas. Poco antes, dos submarinistas, un monitor y su alumno, se habían adentrado en el mar en Foxos. Según explicaron desde el Concello de Sanxenxo, el alumno se sintió indispuesto cuando ya estaban en el agua, aunque no habían llegado a sumergirse. El problema fue que no era capaz de regresar a tierra y el monitor no podía dejarlo solo.
«Cualquiera de los que estábamos allí, se tiraría al agua; no tengo ninguna duda» Fue en ese momento cuando Hugo Uhía, percebeiro de 35 años y vecino de Portonovo, se dio cuenta de que algo iba mal y no se lo pensó dos veces. Se lanzó al mar a auxiliarlos, mientras otros tres compañeros percebeiros lo cubrieron desde tierra con un cabo y hasta con una colchoneta. «Estábamos trabajando y yo justo salía para pasar la vigilancia. Vi a dos personas allí en el agua, una estaba braceando, y se iban para fuera».
Olas «como un mundo»
Uhía intervino porque entendió que estaban en una situación potencial de peligro. No ve su acción como algo destacable. «Me cuadró a mí estar allí y verlo. Cualquiera de los que estábamos se tiraría, no tengo ninguna duda». Recuerda que las olas eran grandes «como un mundo» y que las corrientes eran muy fuertes. Sin embargo, entre él y sus compañeros lograron guiar a los dos submarinistas hasta la orilla.
Hasta el lugar también se desplazaron miembros del Servizo Local de Emerxencias, vecinos y la Guardia Civil del Mar, pero las olas rugían con fuerza y Uhía se exponía demasiado si seguía intentando acercarse a la orilla. De hecho, relata que, «al final, la ola me chupó a mí para atrás»; entonces optó por dejarse llevar para fuera de la zona de rocas.
En ese momento ya se encontraba allí el Rocío del Mar, un pesquero de Combarro que estaba faenando a 5 minutos de la zona del suceso y que se ofreció a Salvamento para intervenir. El patrón del barco, Roberto Carlos Fernández Lores, explicó que le echaron «un salvavidas cunha corda amarrada» y subieron al percebeiro a bordo, sano y salvo.