Patrocinado porPatrocinado por

Redondela renovará su bosque submarino tras el inicio de una campaña en la que el choco subió un 16 %

Monica Torres
M. Torres REDONDELA / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Miguel Estévez

«Plantará» 52 pinos en 6.000 metros cuadrados para favorecer la cría de la especie

27 feb 2019 . Actualizado a las 19:30 h.

La campaña del choco arranca en Redondela con buenas capturas y mejores precios. La cotización del «oro negro» de la ensenada de San Simón ha subido un 16 % respecto a la media del año pasado, según confirmó el patrón mayor, Clemente Bastos. «O prezo é bastante mellor, porque a media da campaña anterior fora de 8,10 euros o quilo, e onte saíu o pequeno a 10,30, o mediano a 9,80 euros e o grande, a 8,20», confirmó el responsable del pósito local. También son optimistas en cuanto a las capturas, siempre y cuando se mantenga el buen tiempo. En la primera jornada de campaña salieron trece embarcaciones en busca del cefalópodo y sumaron un total de 300 kilos, subastados íntegramente en la lonja de Redondela. El año pasado, recuerda Bastos, «houbo moito temporal e, coa choiva, o choco vai ao fondo, pero esperemos que este ano se manteña». Tampoco quieren ser avariciosos, así que aseguran que se conformarían con las 30 toneladas que consiguieron en la última campaña. Aún es pronto para concretar el aporte del primer bosque submarino de pinos promovido por una cofradía gallega. «Está claro que mellorou tanto a cría como as capturas, pero hai que agardar unhas semanas para avaliar con perspectiva», apunta el patrón mayor. Este mes toca plantar de nuevo troncos de pino en la ensenada de San Simón para que actúen como criaderos de choco y así faciliten su procreación.

«É unha técnica que sabemos que dá resultado, o choco desova aquí», señala Clemente Bastos. La idea es colocar unos 52 pinos que ocuparán una superficie total de 6.000 metros cuadrados bajo el mar y que ya hemos cortado en uno de los montes del municipio. Este innovador sistema de cría tuvo sus orígenes hace una década, cuando fondearon ramas de pino lastradas con piedra entre tres y cinco metros de profundidad. Estas «camas» artesanales de la ensenada de San Simón para favorecer el desove del choco se transformaron a finales del 2017 en un auténtico bosque marino de pinos completos. Esta técnica pionera, por la que ya se han interesado otras cofradías, «non só favorece o desove do cefalópodo, senón que tamén atrae outras especies, xa que as ramas dos piñeiros actúan como refuxio fronte aos seus depredadores», indica el patrón.