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Arantxa Toriza: «Vou ás illas Malvinas contenta, pero tamén con medo»

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

M.MORALEJO

Fundamar recibió 40 currículos de mujeres para trabajar en pesqueros para solo 5 ofertas de empleo

01 feb 2019 . Actualizado a las 10:51 h.

«Vou a Malvinas contenta, pero tamén con medo», confiesa la patrona de costa Arantxa Toriza. El próximo 10 de febrero se embarcará como segunda oficial en un arrastrero que va a esas islas para participar en la campaña del calamar. Es una marea de cuatro meses que supone un trabajo de gran dureza por las condiciones que puede tener el mar y la distancia respecto a Galicia. Para subir a bordo del Playa de Pesmar 1 volará a Montevideo, desde donde seguirá hasta su destino para acceder al buque que opera en ese caladero.

Arantxa nació en Viveiro hace 29 años y es hija de marinero. Su padrino también tiene una lancha de pesca de bajura y siempre le atrajo el mar, especialmente en la vertiente lúdica, pero ha acabado trabajando en él. Se formó en la escuela náutico-pesquera de Ferrol y allí se acostumbró a convivir con una mayoría masculina. «Na residencia estaba con 80 homes e non tiven problemas». Toriza se embarcó en una lancha de bajura que capturaba xarda y asegura que «é máis duro» que la pesca en Gran Sol, donde también estuvo faenando en un palangrero. Confiesa que cuando estaba formándose pensaba que iba a acabar trabajando en un barco de pasaje, una tarea habitualmente tranquila que es preferida por la mayoría de las mujeres que se enrolan en los barcos. Luego le picó el gusanillo de la pesca y comenzó sus singladuras. No lo tuvo fácil después de sus primeras y cortas experiencias. «Estiven tres anos buscando un barco para enrolarme no porto de Celeiro». Un día le propusieron marcharse a Gran Sol, un caladero mítico para los marineros gallegos donde ha habido muchos naufragios a lo largo de la historia y donde las jornadas son a veces extraordinariamente duras. Reconoce que las palabras Gran Sol le imponían mucho respeto. Pero no lo dudó. Se hizo a la mar en un palangrero que capturaba merluzas del pincho y así estuvo un año. La experiencia fue muy positiva: «Na escola dinche que o capitán e o patrón non te van ensinar nada. E foi todo o contrario», rememora.

Toriza ha encontrado trabajo gracias a la mediación de Fundamar, la fundación de la Cooperativa de Armadores de Vigo para impulsar la igualdad de oportunidades y la seguridad en el trabajo. 

Trabajo por la igualdad

La entidad impulsó durante el 2018 el trabajo de las mujeres en la pesca. «Recibimos 40 currículos de mujeres, pero solo 14 cumplían los requisitos», explica María Caldeiro, gerente de la fundación, que gestionó la búsqueda de ofertas de trabajo. Recibieron cinco. En dos casos falló el perfil y otras tres mujeres encontraron trabajo. Una de ellas fue Arantxa. Otra es Lidia González, que es patrona de altura y segunda piloto y titulada en Marina Mercante. Es de Oia y está en otro barco arrastrero, también en las Malvinas. «Estoy en el puente y la convivencia es muy buena. Hay un trato respetuoso y cordial». Lidia reconoce que en ese trabajo «si quieres formar una familia no resulta muy factible».

«Estoy en el puente y la convivencia es muy buena. Hay un trato respetuoso», dice una piloto

Pero Paula Usera desmiente que no se pueda tener familia. Ella ha criado a su hija. Tiene 43 años y ha estado embarcada en un cerquero, el Oriente. «No deja de ser una profesión dura pero las mujeres tenemos opción a ella», corrobora.

Nuevos espantapájaros a bordo evitan la masacre de aves

La Cooperativa de Armadores de Vigo está probando con éxito seis dispositivos con sonidos para evitar las muertes accidentales de aves marinas en los barcos de altura que pescan en las Malvinas. «El asunto de las aves supone un problema importante y en algunos lugares, si matas algún ejemplar de una especie protegida, te puede caer una sanción muy alta», relata el presidente de la cooperativa, Javier Touza.

En todo el mundo, según datos de la Sociedad Española de Ornitología (SEO) BirdLife, los efectos de la interacción de la pesca con las aves han generado la reducción de hasta un 70 % de aves marinas en los últimos 60 años, lo que pone en riesgo numerosas poblaciones de pájaros, fundamentalmente las de vida larga y crecimiento lento, que son sensibles a la mortalidad adulta. Las aves marinas más amenazadas son albatros, petreles, pardelas y pingüinos.

Uno de los mayores índices de mortalidad se da en las costas europeas, donde se calcula que cada año perecen 200.000 aves por capturas incidentales.

En cuanto a los accidentes por parte de la flota española, Verónica Cortés, técnica del Programa Marino de SEO BirdLife, señala que son relativamente escasos y se restringen a determinadas áreas y pesquerías, aunque se desconoce la magnitud del problema en pesca de altura, ya que faena fuera de aguas comunitarias, así como en la flota de bajura de la costa atlántica. Por eso la Cooperativa de Vigo, muy sensibilizada con este asunto, ha querido minimizar el impacto. Además de instalar espantapájaros, han desarrollado tanques para hacer inerte el anisakis tras el eviscerado.