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La flota gallega saldría el 30 de marzo de aguas británicas en un «brexit» duro

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

ROBIN MILLARD | AFP

Planas dice que el sector pesquero será objeto de especial atención en el plan B

18 ene 2019 . Actualizado a las 13:01 h.

Si la semana pasada era Theresa May la que ponía en situación a su flota indicando que tendría que abandonar aguas comunitarias si no salía adelante el acuerdo para abandonar a los otros 27, ayer fue el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, el que advirtió de que un brexit sin un acuerdo negociado -como el que ahora se avista- implicaría «la salida automática de los barcos españoles de las aguas británicas justo al día siguiente de su entrada en vigor», lo que supondría un grave perjuicio para el sector. Esto es, que podrán pescar allí hasta las 23.59 hora británica del día 29 de marzo. Un minuto más tarde tendrían que estar fuera. Lo dijo Planas en una intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, en la que también aseguró que «el sector pesquero será objeto de una especial atención», debido a la importancia que esta actividad tiene para España.  

En este sentido, el ministro de Agricultura y Pesca aseguró que tiene un plan B si la flota tiene que dejar aguas exclusivas del Reino Unido: «El Gobierno de España está preparado para minimizar el impacto del brexit en el sector agroalimentario y pesquero», expuso el ministerio en un comunicado.

En el foro, Planas explicó que las medidas que se tomarán en caso necesario, tanto desde la UE como desde los Ejecutivos nacionales, irán en el sentido de mantener una relación con el Reino Unido que sea lo más parecida a la actual. Desde el sector pesquero siempre han apostado por cambiar aguas por acceso al mercado comunitario que, a fin de cuentas, es el que consume las capturas que allí se realizan.

El ministro indicó que el sector pesquero español es «el más potente de la UE» y además está a la cabeza de la conservación de los recursos pesqueros. Según los datos que ofreció en la sesión, en la actualidad, hay unos 200 barcos con intereses españoles faenando en Reino Unido -en torno a 140 gallegos- de los que unos 80 son totalmente españoles, 21 con sociedades mixtas (capital español y bandera británica) y otro centenar bajo otros pabellones. A los gallegos que faenan en las aguas anexas a la isla se suman otros 30, todos adscritos a la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) que operan en aguas de las islas Malvinas y que tendría que abandonar ese caladero el mismo día y a la misma hora. Según los cálculos de la Xunta, están en juego 535 millones de euros.

Pese al panorama, el ministro mostró su confianza en resolver el problema de modo favorable. «Si hay un sector capaz de adaptarse a todas las adversidades es el sector pesquero», subrayó. 

Adaptación logística

Según Planas, España ya estaría preparada en el plano logístico para adoptar las medidas necesarias para mantener las exportaciones de productos agroalimentarios al Reino Unido, aunque admite que habría problemas si se producen retrasos en la circulación de los mil camiones que cruzan el puerto de Calais a diario con alimentos perecederos para las islas británicas. La alternativa que Agricultura está trabajando con Fomento y Política Territorial es reforzar la línea que une Santander con Portsmouth (Inglaterra) por si hubiera algún de bloqueo.

Paralelamente, y para mitigar las posibles distorsiones en los intercambios comerciales entre España y el Reino Unido, el Ejecutivo reforzará la promoción de los productos españoles en terceros países y seguir abriendo nuevos mercados. Así, «el Gobierno de España hará todo lo que haga falta para minimizar y paliar los efectos más negativos de un escenario más radical del brexit», enfatizó Planas.

«Piensa en lo mejor, prepárate para lo peor», un dicho británico que debe guiar a Galicia  

El sector pesquero comienza a asumir que hay un riesgo elevado de un brexit duro. Así que, «como dicen los británicos, ‘piensa en lo mejor, prepárate para lo peor’», señala Iván López, miembro de la Alianza Pesquera de la Pesca (EUFA). De hecho, ese temor ya ha alterado el calendario de las flotas del norte, que están pescando ahora, fuera de la temporada habitual, lo que quizá después del 29 de marzo no podrán capturar. En el caso de Galicia, «lo bueno de que no te hayan dejado entrar a pescar en aguas británicas es que ahora tampoco te pueden echar». López remarca así que no es tanto el problema de acceso a las aguas lo que afecta a la flota gallega, sino lo que eso implica para intercambiar con otras especies y, sobre todo, el del mercado. Y no por el porcentaje de arancel que se vaya a aplicar, que también, sino por los trámites aduaneros. Alude al caso del pescado que barcos gallegos descargan en Irlanda, que tendrían que atravesar la frontera para entrar en el Reino Unido y volver a cruzar otra para pasar al continente. «Quizá sea mejor traerlo directamente por barco a Vigo», apunta.  

López señaló que, si bien el Gobierno tiene que dar unas guías generales en caso de divorcio brusco con los británicos, cada empresa tendrá que tomar sus propias decisiones logísticas y de planificación, y mejor hacerlo ahora que a las puertas del 29 de marzo. Porque aunque es cierto que habrá que ver cuál es el acuerdo general y, después, buscar un pacto específico para la pesca, los planes de contingencia se hacen imperativos.