El Hermanos Landrove naufraga de nuevo, 9 años después de ser reflotado

En septiembre del 2009, el volantero Hermanos Landrove, por aquel entonces con base en Cariño, volcó a 15 millas de Cedeira. Iban siete personas a bordo. Seis salvaron la vida. Murió el armador, padre de quien este martes, nueve años después, volvió a revivir el susto. Afortunadamente, en esta ocasión, sus siete tripulantes salvaron al vida. Sonia Landrove, ahora armadora del pesquero que fue reflotado ocho meses después de su siniestro y vuelto a poner en servicio con base en Celeiro, comentaba este martes a Radio Voz que desconocía las causas que esta vez llevaron al Hermanos Landrove al fondo del mar: «No sabemos nada, solo que había agua en la sala de máquinas», decía todavía muy afectada.

El pesquero se fue a pique por una vía de agua cuando se encontraba 20 millas al norte del cabo Ortegal. La detectó el patrón del barco cuando, en una inspección rutinaria, descendió a la sala de máquinas y descubrió que estaba anegada. Trataron de achicarla, pero pronto gripó el motor. A partir de ahí, la vía fue imparable hasta provocar el hundimiento del buque, relató Javier Pita, patrón mayor de Cariño, de donde es la casa armadora del barco y cuatro de sus marineros. Los otros dos son de Burela y el séptimo, de Celeiro.

La tripulación debió dar aviso por radio a los barcos que estaban en las inmediaciones, porque Salvamento Marítimo recibió la alerta sobre las 4.41 horas de otro volantero, el Bedia, que fue el que finalmente acabó evacuando a la tripulación y trasladándola a Cariño.

Desde el Centro de Salvamento Fisterra se movilizó a la Salvamar Shaula, que zarpó hacia el lugar mientras los tripulantes todavía estaban intentando controlar la vía de agua, aunque ya casi daban la empresa por imposible. Salvamento también contactó con el Bedia y el Playa de Bares, ambos en las inmediaciones del Hermanos Landrove, y envió a la zona al Pesca 2, desde Celeiro, y al Helimer 401, que despegó desde A Coruña.

Pero no fue necesaria su intervención. Aún no habían llegado los medios cuando desde el Bedia comunicaban que tenían a bordo a la tripulación, que no requerían asistencia y que ponían rumbo a Cariño, a donde preveían arribar dos horas más tarde con la radiobaliza y dos balsas salvavidas recogidas. Eran las 05.35. El Hermanos Landrove estaba ya para entonces semihundido y muy escorado a estribor.

Recogida de cajas y cabos

En peores condiciones todavía lo encontró la Salvamar Shaula cuando llegó al lugar una hora más tarde, a las 6.35. A las 7.20 acabó por hundirse. La embarcación de Salvamento, apoyada por el pesquero Playa de Bares, recogió cajas y cabos del barco que había por la zona.

El naufragio dejó, según Salvamento, una pequeña mancha de contaminación por el combustible que ayer se estaba siguiendo por si había se disipaba o había actuar.

Parece que en esta ocasión el Hermanos Landrove será más difícil de recuperar. De hecho Sonia Landrove daba ayer el barco por perdido. Al menos en esta ocasión no hay víctimas mortales ni ella una pérdida más en la familia: el patrón que ayer iba en el barco es su marido.

Información elaborada por Á. Alonso, I. Valerio, M. Cuadrado y E. Abuín.

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