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Madrid reasigna 8.000 toneladas de jurel que corrían riesgo de no pescarse

e. abuín / s. serantes REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

A estas alturas del año, la flota pesquera dispone de cuota para la captura de jurel y merluza
A estas alturas del año, la flota pesquera dispone de cuota para la captura de jurel y merluza PEPA LOSADA

También reparte casi media tonelada de merluza que, sospecha, no se va a capturar

31 oct 2018 . Actualizado a las 07:54 h.

El Gobierno español quiere ir henchido de argumentos al Consejo de Ministros de Pesca de diciembre, en el que se fijarán los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas, para regresar de Bruselas con la mayor cantidad de cupo posible o, al menos, el suficiente para cubrir las necesidades de su flota, que no siempre es posible. Pero todas sus razones pueden desinflarse si llega a la cumbre de mediados de ese mes sin haber consumido todas las posibilidades de pesca por las que peleó el año pasado. De hecho, en la última negociación, la de diciembre pasado, la posición española se vio debilitada por «la infrautilización de las cuotas» de algunas de las especies tan importantes para el sector español como la merluza sur, el jurel del sur de Fisterra y el del golfo de Cádiz, que desinfló los argumentos con los que España pretendía mitigar los recortes propuestos en el TAC para ambas poblaciones.

Para evitar que eso ocurra de nuevo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha activado una medida que recoge el plan de gestión del Cantábrico Noroeste pero de la que, hasta ahora, nunca se había echado mano: la redistribución de cuota sobrante. Y es que a estas alturas del año, la flota todavía dispone de más de 8.000 toneladas de jurel, tanto en la zona VIIIc -desde Fisterra al golfo de Vizcaya- como en la IXa -desde ese cabo gallego hasta el golfo de Cádiz-. Y tampoco ha consumido casi 400.000 de los kilos de merluza ibérica que le correspondían y ni siquiera las 280 que España a mayores consiguió gracias a un intercambio de cuotas con Portugal. También figuran en el haber de algún segmento de flota casi dos toneladas y media de cigala.  

Redistribución

Eso es lo que el departamento de Planas calcula que se corre el riesgo de que se quede sin pescar. Porque evaluando el consumo que han tenido a lo largo del año las modalidades de flota que aún atesoran toneladas, Pesca calcula que no podrán capturarlas antes del 31 de diciembre. Y no quieren arriesgarse a que les saquen los colores en Bruselas delante de los otros Veintisiete o Veintiséis más uno, porque se supone que el Reino Unido no podrá decir esta boca es mía. Así que ha decidido pasar la merluza a los censos de volanta y palangre de fondo del Cantábrico; la cigala, a los arrastreros del golfo de Cádiz; el jurel de la VIIIc, a los cerqueros y otros censos distintos de arrastre y el cerco de ese mismo caladero; y ese pelágico de la IXa al censo de cerco del Cantábrico y el golfo de Cádiz, pero también para el arrastre de la bahía andaluza.

En la resolución dictada, el ministerio recoge que «en todos los censos o modalidades se constatan excedentes de rape que no van a poder ser consumidos por ninguno de ellos en su totalidad, por lo que no procede reparto alguno de esta especie». Asimismo, se han retirado de la redistribución a los buques de arrastre que se opusieron a la reasignación de sus sobrantes de cuota.

El reparto se hará por buques o provincias en función de la adjudicación hecha a principios de año y si a 1 de noviembre no se ha hecho uso de esa redistribución, pasarán a engrosar un fondo común para cada censo que estará a disposición de todos lo que hayan agotado sus asignaciones.  

Sanción por sobrepesca

Ahora bien, entre el 1 y el 30 de octubre, cada buque tendrá que cuidarse mucho de pasarse del cupo, pues de lo contrario se le descontará de su cuota individual y, además, podría «suponer el inicio de un procedimiento sancionador».

Para aprovechar al máximo los consumos de jurel, tanto en el Cantábrico como en el golfo de Cádiz, se eliminan los topes de captura, incluidos los que se habían establecido en una resolución específica para los buques de cerco con puerto base en Galicia -contra la que clamaba parte del sector cerquero gallego porque los dejaba en inferioridad de condiciones con los de otras comunidades- y otra publicada para los barcos cántabros.