Patrocinado porPatrocinado por

Galicia lidera un proyecto para evitar el fraude en el etiquetado de la pesca

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

JOSE MANUEL CASAL

Coordinado por el CSIC, desarrollará métodos rápidos para verificar los datos

26 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero se afanaron en comprobar que el pescado puesto a la venta se correspondía realmente con lo que figuraba en la etiqueta -y resultó que solo había errores en un 4,93 %-. Y ahora el reto es conseguir un método para que quien se encargue del control de la trazabilidad pueda verificar de forma rápida y sencilla que sean correctos los demás datos del documento, tales como el origen o el sistema de conservación del pescado.

Así, después de Labelfish, Galicia se embarca con Portugal, Irlanda, el Reino Unido, Francia y Alemania en Seatraces, un proyecto que, liderado por el grupo de Bioquímica de Alimentos del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) de Vigo -dependiente del CSIC-, busca desarrollar técnicas que permitan dotar a los laboratorios de control o a los puntos de inspección fronteriza (PIF) de herramientas para determinar con mayor eficacia y rapidez el grado de cumplimiento de las normativas europeas de etiquetado», explica la investigadora Carmen González. Es decir, idear sistemas ágiles para comprobar si la procedencia que figura en la etiqueta es la correcta o medir la presencia de agua añadida para saber si se trata de un pescado fresco o descongelado.

La iniciativa parte del convencimiento de que el correcto etiquetado y la trazabilidad de los productos marinos son esenciales para «proteger y valorizar la pesca y la acuicultura de la zona atlántica», y trata de demostrar a los consumidores y demás agentes de la cadena de valor «que el fraude y la pesca ilegal representan un riesgo para la economía». De ahí la importancia de dotarlos de herramientas para que unos y otros adopten «una actitud responsable hacia la producción, comercialización y compra de productos del mar». Esos recursos estarían en sus manos gracias a una plataforma web que se desarrollará en el marco de este proyecto y a la que podrá acceder cualquier interesado en comprobar la autenticidad de los productos de la pesca.

Seatraces tratará de demostrar, a través de casos de estudio en Galicia, el País Vasco, el sur de Irlanda y el centro de Portugal, cómo la innovación tecnológica en trazabilidad y etiquetado repercute en un incremento de los ingresos por comercialización de productos marinos. Carmen González ha comprobado que en algunos puntos de venta, como los mercados de abastos, el etiquetado es muy deficiente. Y no solo en Galicia, «donde a veces no se indica siquiera el precio» del pescado, sino que lo mismo ocurre en Portugal -«comprensible porque se trata de un país parecido al nuestro», aclara- pero también en Cork, donde tampoco en el equivalente irlandés a una plaza de abastos se especifica bien la información. En ese aspecto también se fijará Seatrace, que estudiará cómo se está etiquetando en Europa.

Mexillón de Galicia se embarca

Y si se trata de afinar en el origen del producto, no es extraño que se haya involucrado en el proyecto el Consello Regulador de Mexillón de Galicia, empeñado como está en blindar su denominación de orixe protexida (DOP) contra fraudes que traten de aprovecharse del prestigio del bivalvo de las rías gallegas. Por eso disponer de un método para verificar la procedencia del producto sería de gran utilidad para el Consello y «un reto interesante para los investigadores», explica la coordinadora del programa.

Idean un test que permite predecir el sexo de los peces con un 90 % de fiabilidad

También del CSIC, pero en este caso a cargo del Instituto de Ciencias del Mar, es la investigación que ha logrado desarrollar un test que permite predecir el sexo de los peces con una fiabilidad cercana al 90 %. Conocer con antelación si se trata de un ejemplar hembra o macho puede tener aplicaciones tanto en la acuicultura como en la biología de la conservación de las especies, según explica el profesor del Instituto de Ciencias del Mar, Francesc Piferrer. En el primer campo, hace posible determinar la proporción de machos y hembras en los juveniles, lo que puede contribuir a seleccionar los mejores individuos y a aumentar la producción. Por lo que respecta a la conservación de especies, el método permitiría conocer mejor la demografía de poblaciones salvajes, para mejorar su gestión y la capacidad reproductiva de especies amenazadas, según añade el científico.

«Las marcas epigenéticas ya se habían aplicado para determinar el sexo de un árbol, el chopo balsámico (Populus balsamifera), pero esta es la primera vez que se aplica a un animal», asegura Piferrer. Y ese animal ha sido la lubina. Pero el test es extensible a otras especies similares e, incluso, podría ser aplicado a otros animales vertebrados con las adaptaciones adecuadas.

El estudio, cuya primera autora es la investigadora Dafni Anastasiadi y que contó con la participación de la doctoranda Núria Sánchez, ha servido al CSIC para solicitar una patente europea por las potenciales aplicaciones del método.