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Los gaiteiros que hacían bailar a los delfines

C. C. REDACCIÓN /LA VOZ

SOMOS MAR

Iván Casal

Un grupo de gallegos, a bordo del barco del CSIC Sarmiento de Gamboa, estaba tocando una muiñeira frente al cabo de Gata cuando un grupo de calderones se quedó prendado del sonido de la gaita

10 oct 2018 . Actualizado a las 16:50 h.

Iba a ser un ensayo corriente, una buena forma de invertir los tiempos muertos a bordo del barco para no perder la práctica. Pero aquel día la actuación tuvo numerosos espectadores. Un gran grupo de calderones no quiso perderse la muiñeira Buxos Verdes que sonaba desde la proa del Sarmiento de Gamboa. Lo recuerda emocionado Iván Casal desde el barco de investigación del CSIC con base en Vigo en el que trabaja como mecánico. «Antes da comida soemos ir para cuberta e tocamos cinco ou seis pezas, o que nos dé tempo cada día, pero aquelo non foi normal».

A bordo de este buque oceanográfico un grupo de geólogos está estudiando los cañones submarinos en la zona de Almería en una campaña llamada Fauces 2. Iván y otros compañeros se encargan de operar el llamado gravity corer, un sistema que permite recoger muestras y estudiar las capas de sedimento del fondo del mar. Pero cuando suelta la grúa, Iván coge coge la gaita. A él se une normalmente otro mecánico a bordo, Roberto y los acompaña Manuel, marinero de cubierta, con el tambor. Un trío musical que este lunes despertó interés no solo a bordo, sino en el agua. Otro compañero mecánico, Juan, se dio cuenta de la presencia de los cetáceos y decidió grabar el vídeo. «Normalmente si que ves que se acercan pero esta vez quedaron máis de un cuarto de hora, nós mirábamos de reollo e eles parecían estar dicindo 'Estos que andan a facer aquí? Que é isto que está soando?'».

Iván, que toca en varios grupos de Redondela como Os Beretes o Os Veraneantes, está acostumbrado a llevar con él su gaita y amenizar a sus compañeros. Llegó incluso a tocar en la Antártida, pero probablemente esta era la primera vez que tocaba para un público así.

La explicación científica la aporta desde Galicia Bruno Díaz, director del BDRI (Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares) con base en O Grove. «El vídeo me recuerda a los estudios en los que participé en los años 97 y 98 en el Mediterráneo. Entonces probamos la reacción de los cetáceos a sonidos de flauta. Está claro que les genera muchísima atracción». Bruno explica la importancia de la música para estos animales. «Ellos viven en un mundo muy acústico, donde los sonidos se emplean para buscar alimento, para comunicarse... Es normal que les llame la atención la gaita porque además son mamíferos extremadamente curiosos». El vídeo aporta otra clave. «El hecho de que uno de los calderones saque la cabeza en vertical es muy sintomático. Lo hace para mirar fuera del agua, para ver de dónde procede el sonido».

Lo mismo dice Iván, que recuerda cómo la manada apareció por la popa del barco y se fue moviendo lentamente hacia la proa, donde ellos estaban ensayando. «Quedáronse como escoitando». A esa interpretación se puede unir otra característica propia de los calderones que recuerda Bruno Díaz. «Suelen quedarse a flote para descansar, permanecer en la superficie después de haberse alimentado a grandes profundidades de cefalópodos». Un buen plan: concierto de gaita gallega después de un festín de calamares.