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Luis Planas: «No vamos a permitir que un buque quede amarrado por la obligación de desembarco»

e. abuin VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

El ministro, poco antes de participar este lunes en las jornadas de Conxemar en Vigo
El ministro, poco antes de participar este lunes en las jornadas de Conxemar en Vigo Xoán Carlos Gil

El ministro de Pesca avanza que evitará la especulación con las cuotas, y hará ajustes en el plan del Cantábrico, pero «no revoluciones»

02 oct 2018 . Actualizado a las 10:44 h.

Luis Planas Puchades (Valencia, 1952) hizo coincidir su primera visita oficial a Galicia con la feria Conxemar. Y con muchos retos encima del sector. E inmediatos.

-El 1 de enero entra en vigor la obligación de desembarco y la Comisión está siendo inflexible. ¿Dará España un golpe en la mesa o se resignará a amarrar barcos? -Tomé posesión el 7 de junio y el 14 estaba en Luxemburgo hablando con el comisario. El 8 de septiembre volví a Bruselas para hablar monográficamente con Karmenu Vella de esta cuestión. Estamos trabajando a diario con la Comisión para buscar soluciones a cada pesquería y a cada caladero. ¿Cuáles? Primero, sondeando la posibilidad de introducir flexibilidad en el intercambio de cuotas si hay margen, pero es cierto que aún encontramos situaciones de estrangulamiento en las que le estamos pidiendo a Bruselas exenciones concretas y soluciones a los problemas. Deberíamos llegar al consejo de diciembre con todo listo. No podemos permitir que ningún buque de nuestra flota quede detenido sin poder faenar por falta de una solución técnica.

-Hoy por hoy sí quedarían.

-El trabajo se está haciendo día tras día y semana tras semana. Hemos entregado fichas de cada una de las flotas y de las pesquerías y estamos discutiendo con Bruselas a nivel técnico cuál es la solución. Para mí, como ministro, es impensable que la Comisión no nos ayude a buscar una solución. Apuesta por que sean los Estados miembros los que busquen salidas, pero su papel es fundamental y yo confío en la palabra del comisario Vella, de que nos ayudarán a dar con la solución. Es lo justo para nuestros pescadores.

-¿Habrá tormenta perfecta al confluir veto a los descartes con el «brexit» y el objetivo del rendimiento máximo sostenible? -Para mí, son tres temas distintos, aunque que haya cierta coincidencia en el calendario. El brexit es muy importante, pero en estos momentos nadie sabe lo que va a pasar; si va a haber o no acuerdo. A la UE le gustaría tener cerrado todo este mes, pero depende de dos partes, de la UE y del Reino Unido y, sobre todo, de la situación política interna del Gobierno británico. En cuanto al rendimiento, que debe alcanzarse en el 2020, la situación es positiva, porque hemos conseguido hacer un gran esfuerzo en esa materia y, sobre todo porque se podrán usar los rangos como flexibilidad y eso nos puede dar más tiempo.  

-Sí, pero los científicos siguen proponiendo recortes, más de un 40 % en el caso de la caballa. Si se suma la obligación de desembarco...

-La obligación de un responsable público no es azuzar la preocupación, sino dar solución a cada tema: a la obligación, al brexit y al rendimiento máximo. Coinciden en un lapso de 12 meses, estoy de acuerdo, pero cada uno tiene sus vertientes y aunque todas estén vinculadas a la pesca, tenemos que negociar de forma aislada.  

-Entonces, ¿un pescador de bajura de Camariñas al que le van a bajar el cupo de xarda y que tendrá que desembarcar toda no tiene que estar nervioso?

-No digo eso. Me pregunta por preocupación y mi obligación como ministro es buscar soluciones y las estamos buscando. No digo que el problema no exista, digo que estamos trabajando. Tenemos la primera flota de la UE y, por tanto, más dificultades de adaptación que otras flotas, eso es evidente. -El objetivo de aprovechar al máximo las cuotas parece que se aleja, y ahora se entra en la especulación, dando pie a los «armadores de sofá».

-No me parece una situación ni profesional ni socialmente justa. Hemos facilitado la transferencia de cuotas entre determinadas pesquerías y flotas y estamos estudiando la posibilidad de extenderlo a buques individuales. Pero en modo alguno pueden ser un elemento de especulación, y estoy convencido de que no lo son. Pero lo advierto antes de que haya el riesgo: la Administración pondrá medios para que se pueda continuar realizando esta actividad noble y productiva, pero no para que se convierta en una actividad puramente financiera y no vinculada a la pesca. Prefiero no usar ninguna expresión de esas...

-¿Cambiando el plan del Cantábrico, por ejemplo?

-No soy partidario de responder sin analizar las situaciones. Tenemos las posibilidades que tenemos y hay quienes tienen pretensión de tener más cuota a costa de otros, pero hay que tener en cuenta cifras y comportamientos de pesca tradicionales. Por tanto, ajustes sí, pero revoluciones no.

-¿Se podrá pescar sardina?

-La biomasa de sardina está por debajo de límites seguros. Vamos a esperar los informes de científicos y a seguir con las investigaciones. De eso dependerá si podemos pescar o no el año que viene. Mi percepción es positiva. Como ministro, voy a apoyar al sector, pero tenemos que analizar datos.

-¿Cómo se presenta el consejo de las cuotas? Por cierto, la conselleira estará a su lado.

-Rosa [Quintana] es una persona que conozco del pasado, de otras responsabilidades que tuve y con la cual tengo una excelente relación persona y profesional. Hay cuestiones espinosas, como en el caso de la merluza, pero prefirieron no hacer pronósticos antes de la negociación. Nos esperan dos consejos, en noviembre y en diciembre, muy complicados, pero mi perspectiva es positiva.

-El sector reprocha al ministerio que no haya atajado la última alarma con el anisakis.

-No es solo un problema de España, ni de la UE, lo es mundial. Por eso quiero llamar la atención del comisario para que a nivel de la FAO podamos introducir una llamada en relación al problema del anisakis. Porque si nosotros mejoramos nuestras técnicas para evitar la propagación del anisakis, y no lo hacen las flotas no comunitarias, seguiremos con los mismos problemas. Lo importante no es reforzar las normas sanitarias, sino las técnicas para evitar su transmisión. Lo que debe quedar es que el pescado es un alimento saludable.

-¿Pedirá a la ministra de Hacienda una rebaja del IVA como la que su antecesora pidió a Montoro?

-Hay otros productos alimentarios que también piden rebaja. Yo intento ser eficaz, me gustan más los resultados que las proclamas y lo que hay que hacer es evaluar qué significa en términos presupuestarios y si realmente es positivo. La ministra tiene una labor difícil y no quiero complicársela. Si hay algo que defender, lo haré, pero no se trata de pedir por pedir.

-Los jóvenes no quieren ir al mar. ¿Cómo se le van a meter ganas?

-Todo el sector primario se encuentra en un momento de inflexión. La pesca trae nuevas formas de faenar, elementos de seguimiento electrónico... Todo eso necesita mano de obra joven y, hasta ahora, el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca no han logrado atraerla. No es una crítica, es una realidad. No se ha producido el relevo generacional y lo tenemos que conseguir. Eso e incorporar a la mujer en el mundo pesquero.

«La atomización del sector lácteo gallego hace que esté en una peor posición»

La negociación de las ayudas a la PAC (política agraria común) acaba de arrancar y el objetivo es mantener el mismo nivel de apoyo. Planas asegura que no se interrumpirán y que pedirá a la Comisión que haya continuidad.

-Tres años después del acuerdo lácteo, la leche sigue siendo reclamo, la industria aumenta márgenes y el ganadero sigue igual... -No solucionó todos los problemas, pero fue positivo, porque frenó una tendencia que era de caída. Tenemos problemas estructurales claros: el 60 % de la producción de leche en España se vende como leche líquida, no es objeto de transformación, ni mantequilla, ni leche en polvo... Es un problema serio porque afecta a la valorización de la leche. Además, la escasa concentración en la oferta láctea en Galicia, con atomización incluso desde el punto de vista cooperativo, la coloca en peor posición, a lo que se suma que la industria transformadora está fuera, y hay que sumarle el factor transporte. Pero hay posibilidades de futuro. Ahí está el decreto que aprobamos sobre el origen de la leche en los productos lácteos. ¿Cuál es mi preocupación? Valorizar la producción láctea y el origen. La gente quiere saber el origen de la leche, si es española o de otro país de la UE, y eso es compatible con las normas de mercado interior y de Europa, y por eso hemos aprobado el decreto.