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Un patrón de Portosín se fuga en barco tras ser descubierto descargando sardina

A. L. RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

Se enfrenta ahora a dos delitos: pescar especies cuya captura se encuentra expresamente prohibida y desobedecer a la autoridad

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales del mes de agosto, Pesca prohibía las capturas de sardina tras agotarse la cuota concedida a la flota del Cantábrico Noroeste. Para velar por que el cierre de la pesquería sea efectivo, los agentes del servicio marítimo de la Guardia Civil de A Coruña han intensificado la vigilancia sobre el sector para evitar la captura y comercialización ilegal de una especie en plena temporada alta, unas labores que ayer dieron sus frutos, al descubrir en el muelle de Portosín a un patrón descargando varias cajas de este pescado.

El marinero se vio sorprendido cuando depositaba las capturas en el puerto, por lo que decidió soltar amarras y emprender la huida antes de enfrentarse a los agentes de la autoridad, a pesar de que estos le insistieron en que regresara a tierra. Como el profesional hizo caso omiso de las llamadas, los efectivos de la Guardia Civil decidieron intervenir por radio y pedirle, a través del canal 16 -de escucha obligatoria para las embarcaciones-, que volviera al punto de descarga, pero el patrón siguió sin atender las indicaciones de los miembros del instituto armado.

El marinero de Portosín se enfrenta ahora a sendos delitos, puesto que la Guardia Civil le imputa ser el presunto autor de uno contra la protección de la flora y la fauna por pescar especies cuya captura se encuentra expresamente prohibida por las normas de pesca, así como otro de desobediencia a la autoridad.

Cerca de 400 kilos

Cuando el pescador fue sorprendido por la Guardia Civil, acababa de depositar en tierra cerca de 375 kilos de Sardina pilchardus, que dejó abandonados cuando decidió emprender la huida. Los agentes del cuerpo de seguridad interceptaron toda esta mercancía, que posteriormente fue entregada al banco de alimentos de Santiago a través del servicio de Guardacostas.

Esta operación se une a otra que tuvo lugar esta misma semana en Ribeira, cuando los miembros del servicio marítimo del instituto armado localizaron en el muelle de la lonja un total de 678 kilos de jurel -repartidos en cajas- que no contaban con la correspondiente documentación que acreditase su trazabilidad.