Patrocinado porPatrocinado por

Cuenta atrás para que los turistas salgan del mercado de Tsukiji

La Voz TOKIO / AGENCIAS

SOMOS MAR

La lonja de Tokio, uno de los puntos más visitados de la ciudad, cerrará a los visitantes desde el próximo día 15

27 ago 2018 . Actualizado a las 10:08 h.

Los turistas solo tienen un mes para visitar el mercado de pescado de Tsukiji en Tokio, un lugar célebre que va a cerrar poco a poco sus puertas a los visitantes, antes de trasladarse a otra zona de la capital en octubre. A partir del 15 de septiembre, la gente ya no podrá asistir al amanecer a la subasta de atún que dio fama al mercado, situado en el centro de la ciudad.

«Algunos turistas hacen cola para asistir [a la subasta] a partir de las dos de la madrugada», y solamente 120 personas reciben autorización para ver ese espectáculo único que comienza a cinco y medio, según explicaba una portavoz del ayuntamiento de Tokio.

Todo el mercado cerrará sus puertas a los turistas el 29 de septiembre, y se trasladará el 6 de octubre a Toyosu, en la bahía de Tokio, donde abrirá el 11 de octubre. El nuevo mercado no se abrirá tanto al público como el de Tsukiji, pero los «visitantes podrán ver una parte de la lonja desde una pasarela y las subastas de atún podrán observarse tras un ventanal», indicó esa portavoz.

Tsukiji, el mercado de marisco, frutas y verduras más importante del mundo, abrió sus puertas en 1935. Cada día acoge a unos 40.000 visitantes que optan a una oferta de 480 tipos de pescados y mariscos, además de 270 variedades de frutas y verduras. En total se venden a diario 3.000 toneladas de mercancías, generando decenas de millones de euros en ingresos.

Las autoridades decidieron hace tiempo trasladarlo desde el edificio actual, vetusto, insalubre y peligroso en caso de seísmos, hasta una nueva ubicación, pero el proyecto sufrió varios contratiempos, debido sobre todo a los problemas para erradicar la contaminación del suelo de Toyosu, donde antaño había una fábrica de gas.

La mudanza estaba prevista en un principio para el año 2016, pero se retrasó debido a los problemas en las labores de descontaminación de la sede de Toyosu, y a la oposición de varios negociantes de Tsukiji, emocionalmente vinculados al emplazamiento actual. En junio, la gobernadora de la ciudad había dicho que la ciudad estudiaba varias opciones para rehabilitar una parte del complejo, como un parque con temática alimentaria o un espacio de restaurantes.