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La campaña del bonito del norte fresco más corta de la historia finalizará el día 18

salvador serantes VIVEIRO / LA VOZ

SOMOS MAR

XAIME RAMALLAL

El Gobierno cierra la pesquería cuando a España le quedan 3.662 toneladas de su cuota anual y captura 250 al día

10 ago 2018 . Actualizado a las 11:01 h.

Ni a final de mes llegará la campaña de bonito del norte fresco del 2018. Será la más corta en la historia de una pesquería que hasta el año 2000 no tenía límite de capturas, y que hasta hace un par de veranos no se había cerrado nunca por agotar el cupo nacional. Ahora hay tanto Thunnus Alalunga, y tan cerca de las costas cantábricas, que en los últimos días la flota española captura una media de 250 toneladas diarias. Y como a España le quedaban anteayer 3.662 de las 15.015 que le correspondían este año, ayer la Secretaría General de Pesca decidió cerrar la costera a partir del 18. En principio, de modo «precautorio», pero todo indica que será definitivo cuando se haga el recuento de desembarques.

 Por tercer año consecutivo, las cuotas españolas de este pescado azul de temporada se agotan antes de lo habitual, porque hasta el 2015 solía prolongarse de junio a principios de octubre. Tanto la Secretaría General de Pesca como el propio sector confiaban en que este año la campaña no finalizaría prematuramente porque la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico aumentó un 20 % el tope admisible de capturas. De las 33.600 otorgadas a la Unión Europea, a España le quedaron finalmente 15.015.

Buenas capturas y precios

¿Por qué remata tan pronto esa costera del bonito si hay menos flota y más posibilidades de pesca? Miguel Neira, gerente de Armadores de Burela, sociedad que gestiona la lonja de la capital gallega del atún blanco fresco, lo explica con opiniones de patrones y marineros. Otro verano más, el Thunnus Alalunga se alimenta en el golfo de Vizcaya, sin llegar al sur de Irlanda en su migración anual. Con los bancos próximos a la costa, los barcos artesanales más pequeños tienen autonomía y dimensiones suficientes para ir a por él. En esas condiciones, el bonito es una excelente opción para tripulaciones con ingresos limitados en sus pesquerías habituales.

Las estadísticas oficiales confirman que la flota vasca de cebo vivo vuelve a cerrar una excelente costera, Hasta anteayer, en las lonjas de Guipúzcoa se habían vendido cerca de 4.500 toneladas, y en las de Vizcaya casi 1.000, de tal modo que a final de campaña probablemente sobrepasarán las 6.700 del 2017. Con unos precios medios cercanos a los 5 euros el kilo, en dos meses y medio han ingresado tanto como el año pasado en cuatro, pero con menos gasto. Tampoco ha sido mala para cántabros, asturianos y gallegos que pescan bonito al curricán. En Cantabria rondan las 2.000; en Lugo pasan de 700; en Tenerife de 500; y en A Coruña rondan las 250.

Atún blanco de alta gama

Aunque desde la medianoche del 17 al 18 la flota española no podrá pescar atún blanco, todavía llegará a las lonjas al menos hasta mediados de la penúltima semana del mes. Los mercados y los consumidores echarán de menos la alta gama de bonito del norte fresco, el que capturan artesanalmente vascos, cántabros, asturianos y gallegos. Uno a uno, pica en anzuelos del curricán o del cebo vivo e inmediatamente es izado a bordo y refrigerado. El aparejo y el mimo en el trato lo diferencian del de los arrastreros pelágicos franceses o irlandeses, que lo rodean con redes en las que agoniza hasta que lo dejan caer sobre las cubiertas y lo meten apilado en las neveras.

Sin opción de lograr más cuota, las cofradías rechazan que se reparta entre barcos y flotas

«É un peche moi prematuro, que terá impacto na actividade económica dos portos, das lonxas e no volume de negocio dos comercializadores», resume Miguel Neira, gerente de Armadores de Burela, la lonja gallega donde se concentran las ventas de bonito del norte fresco pese a que este año la flota local en la costera se ha reducido más que nunca porque no llega ni a diez barcos.

«É moi cedo, e a cota consumiuse antes do que se pensaba, polo que é un pau para unha frota que non ten máis alternativas, porque este ano saíron ao bonito menos barcos que outros anos, pero máis dos pequenos», apunta Basilio Otero, patrón mayor de Burela y presidente de la Federación Nacional de Cofradías.

En ese escenario, el sector pesquero da por descartada la posibilidad de que España pueda prolongar la campaña intercambiando con otros países cuota de bonito por la de otras especies, como el atún patudo, por ejemplo. Al menos eso le han transmitido las autoridades nacionales.

Este año se ha repetido lo de las dos últimas costeras, y la flota vasca de cebo vivo ha sido la que más bonito ha pescado. Esas embarcaciones, igual que las cántabras, asturianas y gallegas que faenan al curricán, van restando del saco común en el que la Secretaría de Pesca deposita el cupo nacional. Ese modelo de gestión del bonito, que con otras especies se censuró como pesca olímpica, lo defiende el presidente de la Federación Nacional de Cofradías: «Rexeito frontalmente o reparto, entre frotas ou entre barcos, porque sempre xera conflitos e enriquece aos ricos e empobrece aos pobres».