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Cepesca critica en la OCDE que se cierren a la pesca áreas que después se abren a prospecciones gasísticas

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Lo hizo en el marco de una conferencia sobre la búsqueda de pesquerías sostenibles en París

03 may 2018 . Actualizado a las 07:56 h.

El secretario general de la patronal pesquera española (Cepesca), Javier Garat, abogó ayer ante la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) por el trabajo conjunto de todas las partes implicadas (sector, Administraciones, científicos y oenegés) como la mejor fórmula de gestión pesquera frente a «visiones apocalípticas y prohibiciones arbitrarias». Lo hizo en el marco de una conferencia sobre la búsqueda de pesquerías sostenibles en París, en la que puso el acento en los éxitos logrados en ese camino conjunto: la mejora de los stocks en las aguas atlánticas, el mar del Norte y el Báltico; en la NAFO; la recuperación del atún rojo; los avances en la protección de ecosistemas marinos vulnerables...

Responsabilidad compartida

Ahora bien, Garat cargó tintas contra el hecho de que siempre se coloque a la pesca en el punto de mira y que sea el sector el que tenga que cargar con toda la responsabilidad de garantizar la sostenibilidad de los océanos. «La actividad pesquera no puede ser la única objeto de limitaciones», subrayó el secretario general de Cepesca, que criticó en el foro que se cierren zonas a la pesca «para después abrirlas a actividades como, por ejemplo, la prospección gasística» o la petrolífera o los parques eólicos marinos, o el transporte marítimo o la pesca recreativa... Eso sin olvidar factores como la contaminación, el cambio climático o la acidificación y sus efectos sobre los stocks pesqueros. Así que «las reformas deben encaminarse a garantizar la actividad sostenible de todas y cada una de las industrias que operan o influyen en el ecosistema marino», apuntó Garat. De esta manera, abogó por huir de «prohibiciones de carácter general y medidas radicales», con plazos estrictos e inasumibles, como es el caso del veto a los descartes, el establecimiento de áreas marinas protegidas solo por el hecho de cumplir con un porcentaje prefijado, sin examinar las necesidades reales de protección, o la demonización de las artes de arrastre. Porque cualquier decisión de gestión pesquera «debe basarse en información científica contrastada, de ahí la importancia de contar con datos actualizados sin tener que guiarse «por noticias falsas o la pseudociencia de algunos grupos ecologistas», dijo.