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La pesca gallega se juega 535 millones en las negociaciones del «brexit»

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

SOMOS MAR

Galicia alerta de que se verán afectados la mitad de los sectores económicos gallegos

25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia no renuncia. No quiere despedirse de la idea de un brexit suave, indoloro, que permita mantener el statu quo en el mar cuando los británicos digan adiós a la Unión Europea. «Hai que pelexalo, non hai reto imposible se traballamos ben», aseguró este martes la conselleira do Mar, Rosa Quintana, tras reunirse en Bruselas con la directora de Política Pesquera del Atlántico, Helene Clark y el responsable del equipo de trabajo para el brexit, Bence Toth.

Quintana trasladó a las autoridades europeas los resultados del último informe sobre el impacto económico que tendrá el divorcio británico en la pesca gallega, elaborado por la Universidade de Santiago de Compostela.

Las cifras son para echarse a temblar. Según reveló la propia conselleira, hay al menos 66 buques gallegos faenando en el Gran Sol, que se verán afectados por un eventual cierre de las aguas. Representan el 70 % de la flota española en ese caladero. Se calcula que el impacto económico «de primeira liña» es de 535 millones de euros y que la mitad de los sectores (44) de los que se alimenta la economía gallega (88) sufrirán las consecuencias. Al menos 27 de ellos son de carácter netamente industrial (de alta tecnología). El resto se concentra en actividades de servicios (jurídicos, transporte, gasoil, etcétera). Esto significa que 140 millones de euros en salarios (del 2016) y 23 más en cotizaciones a la Seguridad Social están en riesgo. «É dicir, moito», reconoció Quintana, quien cree que tanto el negociado europeo, Michel Barnier, como su equipo «son sensibles a esta situación».

El futuro, frágil de por sí, de la región está ligado de forma irremediable a los compromisos que logre arrancar el francés del Gobierno británico. La primera ministra, Theresa May, está recibiendo enormes presiones de los pescadores escoceses, pero el pragmatismo podría acabar imponiéndose. Barnier ya le mandó un mensaje: no habrá acceso al mercado pesquero de la UE si no abren sus aguas.

Prioridad en las negociaciones

Quintana cree que hay razones para ser optimistas a largo plazo: «Marchamos coa tranquilidade de saber que a pesca está a ser considerada motivo fundamental nas negociacións», indicó. Y es que, según le trasladaron las autoridades europeas, «de momento as cousas van ben». Bruselas quiere tranquilizar al sector: «Queren que sintan que non están sós e que loitamos polos seus intereses», aseguró la conselleira, quien no quiso entrar a evaluar el posible escenario de un brexit duro, un blindaje del mercado interior de la UE que precipite el cierre de las aguas de Gran Sol. «De momento está todo aberto, non hai nada (...) Esperamos que este informe axude a Barnier a negociar e defender o sector pesqueiro», zanjó Quintana.

El comisario Karmenu Vella pasa revista al «made in Galicia» en la Seafood

El tour de Quintana por Bruselas tiene reservado para hoy una de las citas más emblemáticas del año en el Brussels Expo: el tradicional paseo de veinte minutos de la conselleira junto al comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, por los pasillos de la feria Seafood. El maltés pasará revista a los productos y tecnologías «made in Galicia». Una parada obligada para visibilizar y homenajear a una de las grandes superpotencias pesqueras de la UE y motor de la industria del congelado y transformación. Hasta 36 empresas galaicas desembarcaron ayer en la capital belga de la mano de la Xunta para asistir a este evento comercial, uno de los más esperados del año junto a la recién clausurada feria Alimentaria 2018 de Barcelona.

Hábitos de consumo

A lo largo de esta mañana, Quintana también participará en la presentación de un informe sobre los hábitos de consumo de pescado, elaborado en el marco del proyecto PrimeFish en el que participa el Centro Tecnolóxico do Mar-Fundación Cetmar. El objetivo de esta iniciativa, en la que participan organismos de países como Islandia, Francia, Dinamarca, Italia, Noruega o Alemania, es la de lograr mejoras en la competitividad y sostenibilidad económica de la pesca y la acuicultura europea a través de los análisis y predicciones de precios, el seguimiento de nuevos productos exitosos en los mercados o la elaboración de modelos para predecir cambios en la oferta y la demanda.