La asociación gallega de comercializadores de marisco destaca la absoluta colaboración por parte de sus asociados
18 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La asociación gallega de comercializadores de marisco (Agacomar) quiso dar ayer su versión sobre la operación policial que se puso en marcha esta semana para acabar con una red que se dedicaba a traer almeja de Portugal de forma ilegal. La entidad destaca, en primer lugar, la absoluta colaboración por parte de sus asociados, así como que todos los documentos revisados por las fuerzas del orden fueron emitidos en Portugal. Y critica, de paso, las declaraciones realizadas por la conselleira do Mar, Rosa Quintana. Esta aseguró que el dispositivo se organizó porque se detectaron irregularidades. «Lamentamos y discrepamos del papel representado por nuestra conselleira. Creemos que es más ético dejar actuar a las autoridades judiciales y las manifestaciones realizarlas una vez conocidos los resultados de la investigación», reza el comunicado oficial.
Agacomar quiere dejar claro que el objetivo de las inspecciones era «recabar información documental de las partidas de almeja que, procedentes de Portugal, entraron en los últimos años en los establecimientos inspeccionados». Sostiene que toda la tarea se llevó a cabo «en un ambiente de respeto y absoluta colaboración por parte de los representantes de las empresas inspeccionadas» y destaca especialmente que todos los documentos revisados «son emitidos por los proveedores portugueses».
Sin incidencias
La asociación insiste, por otro lado, en que todos los documentos revisados ya habían sido presentados a las autoridades autonómicas competentes, es decir, las consellerías do Mar y de Sanidade. Estas no detectaron en los mismos ninguna incidencia. Además, todas las transacciones intracomunitarias, como estas, son informadas mensualmente a la Agencia Tributaria.
Para terminar, Agacomar recuerda que todas las partidas de almeja procedentes de las depuradoras gallegas que salieron al mercado lo hicieron después de haber pasado el período de depuración y todos los controles. «Las presuntas irregularidades que se investigan provienen de Portugal», concluyen al tiempo que critican el «lenguaje policial» empleado en este caso.