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Un remolcador holandés intenta liberar al Betanzos, con la tripulación ya evacuada

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

09 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un remolcador de gran tonelaje y bandera holandesa, llegado ayer desde Gibraltar a las inmediaciones de la desembocadura del río Tajo, en la costa de Portugal, intentaba liberar y poner a flote al buque mercante Betanzos, de la naviera gallega Navigasa, que embarrancó la madrugada del pasado miércoles en la barra de arena portuguesa.

Pero ante las condiciones meteorológicas adversas que trae la borrasca Felix (el nombre precisamente lo han puesto los portugueses), con fuertes vientos y lluvias, además de gran oleaje, desde un helicóptero fue evacuada la tripulación del barco a media tarde de ayer, según confirmó el presidente de la naviera, Darío Amor. Se trata de diez personas, de las que siete son gallegos y dos asturianos, además de un canario y la capitana del buque. La decisión de que el cuadro de tripulantes abandonase el barco se tomó precisamente ante las previsiones de mal tiempo que se esperaba para la madrugada. La lluvia y el viento ya comenzaron a soplar a media tarde de ayer y se preveía un recrudecimiento tanto de las condiciones atmosféricas como del mar.

También el dispositivo de remolcadores que intervienen en los trabajos para liberar el Betanzos se afanaban por acelerar los trabajos que permitiesen poner a flote el barco y trasladarlo a un muelle del puerto de Lisboa, aseguró el presidente de la naviera. El dueño de la embarcación confirmaba que el mercante se encuentra en perfecto estado, sin entradas de agua y con la carga en óptimas condiciones, al tiempo que ha recuperado la energía y la propulsión.

El titular de Navigasa reveló además que el hecho de que el ancla se haya fijado al fondo evitó peores escenarios. De cualquier forma, a juicio de Darío Amor el problema se resuelve cortando la cadena si no sube cuando se retire el barco.