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Galicia y Andalucía buscan juntas valor para las algas que cubren playas y esteros

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

Anfaco lidera un proyecto que aprovechará la proteína del sargazo para alimentación

14 feb 2018 . Actualizado a las 11:02 h.

Hay veces que las algas se convierten en una plaga. Ocurre cuando, ya sea por la temperatura del agua, por los temporales o por las corrientes, el sargazo alfombra literalmente las playas, hasta el punto de amenazar de asfixia a los bivalvos que en ellas se crían. El problema es especialmente acuciante en algunas autorizaciones marisqueras del fondo de las rías gallegas. Vilaboa, sin ir más lejos. Allí la proliferación de sargazo ha espoleado la imaginación de los mariscadores, que se han inventado incluso una máquina para agilizar la recogida de algas, una tarea que, de no ser por ese tractor que han ajustado para que pueda circular sobre la arena retirando el manto verde y sin dañar el marisco, tendría que ser manual, con rastrillos y cadenas humanas para eliminar sargazos y salvar almejas y berberechos.

Algo similar ocurre en Andalucía, en los esteros que se utilizan para el cultivo y engorde de peces, mariscos y moluscos, cuya supervivencia a veces se ve en peligro.

Aunque en ambos casos hay algunas experiencias de valorización -en Galicia se trata y se emplea como abono agrícola y en Andalucía se utilizan algunas en alimentación-, la gestión y aprovechamiento de esas macroalgas siguen siendo una asignatura pendiente en una y otra comunidad autónoma. Y ahora, juntas, han decidido abordar el problema y han puesto en marcha una iniciativa que busca cuantificar, identificar y caracterizar las algas que afloran de forma masiva en esas zonas de acuicultura. Además, evaluarán cómo se gestionan actualmente estas algas para después proponer y demostrar procesos de tratamiento alternativos que permitan aprovechar de la forma más eficiente su potencial. Que lo tienen y mucho.

El centro tecnológico de la patronal conservera, Anfaco-Cecopesca, y el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTQUA), impulsores de la iniciativa, sostienen que, aunque se trata de un fenómeno no controlable, «con una mejor gestión de estos residuos y con el uso de tecnología que pueda ser aplicada en un punto próximo al lugar de extracción del alga, además de facilitar dicho proceso, podría convertirse incluso en un beneficio económico; no solo por el ahorro del coste en sí, sino por el hecho de dar valor añadido a la biomasa extraída». Así lo explican en una nota de prensa conjunta.

Problema asumido

El proyecto no entrará en las causas que originan la llegada masiva de algas, sino que «se asume» este fenómeno y «se quieren ofrecer alternativas de gestión y aprovechamiento para las empresas que lo sufren», apunta Diego Méndez, responsable de la División de Valorización de Subproductos y Economía Circular de Anfaco-Cecopesca.

En Galicia, Anfaco se centrará en el aprovechamiento de las proteínas de las algas que proliferan en zonas de marisqueo de las Rías Baixas «mediante la obtención de hidrolizados proteicos, químicos o enzimáticos para la alimentación animal o piscícola. Los andaluces, por su parte, valorizarán en proteínas dicho contenido mediante un ensayo de producción de compostaje orgánico de calidad para su uso como fertilizante agrícola.

En ambas zonas estudiarán y cuantificarán la proliferación de algas, muestrearán e identificarán las especies, se analizarán deficiencias en la gestión de la biomasa, se lanzarán propuestas de mejora y, por último, se realizarán acciones para valorizar el sargazo.