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Portugal da por hecho que no habrá veda total de la sardina a partir de enero

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

SOMOS MAR

La consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, Milagros Marcos (i), la ministra de Agricultura Pesca y Medio Ambiente Isabel García Tejerina (c), y la conselleira de Pesca, Rosa Quintana
La consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, Milagros Marcos (i), la ministra de Agricultura Pesca y Medio Ambiente Isabel García Tejerina (c), y la conselleira de Pesca, Rosa Quintana Horst Wagner | EFE

España guarda cautela y prefiere esperar al visto bueno al plan conjunto

12 dic 2017 . Actualizado a las 12:46 h.

Portugal da por salvada la pesca de la sardina. Y lo hace sin que el plan diseñado conjuntamente con España haya superado el examen de los científicos, que tendrán varias semanas más para pasar la lupa al acuerdo hispano-luso. La ministra portuguesa de Mar, Ana Paula Vitorino, salió ayer radiando optimismo de su reunión a tres bandas con su homóloga española, Isabel Tejerina, y el comisario Karmenu Vella: «Gran resultado. Alejamos definitivamente el escenario de acabar con la pesca de sardina durante 15 años. Está totalmente descartado», aseguró la lusa. Todavía queda concretar cómo se hará y si las medidas técnicas serán lo suficientemente eficaces para evitar que el stock siga en estado crítico. Tejerina se mostró mucho más cauta: «Entendemos que vamos en la buena dirección», deslizó antes de puntualizar que el próximo mes de enero tendrán una nueva reunión de análisis «para tener este plan definitivamente aprobado».

La hoja de ruta para recuperar la sardina todavía tiene agujeros negros que cubrir para poder conseguir luz verde. El texto propone retrasar la apertura de la pesca al mes de mayo y medidas para garantizar que no habrá sobrepesca. Pero los científicos no se fían y Bruselas ha pedido más detalles: «Las dudas de la Comisión son sobre aspectos técnicos, sobre cómo podemos delimitar áreas en las que no se puede pescar cuando avistemos juveniles o qué procedimiento se puede utilizar en tiempo real para evitar su pesca», explicó Vitorino. España y Portugal todavía tienen que especificar cómo piensan delimitar las zonas donde se vedará la captura. Todas precaución es poca para Bruselas. A Vella se le pusieron los pelos de punta al conocer el estado en el que se encuentra el stock, para el que se propuso una moratoria de 15 años sin pesca en base a los datos científicos. Datos que no coinciden con los del sector o los de Lisboa. «Los informes que tenemos ahora no justifican parar la pesca de la sardina», defendió Vitorino.

España no quiso hablar de umbrales, Portugal sí lo hizo y cerró filas con el sector. Según las cifras del Gobierno luso, la flota podría seguir pescando de 3.000 a 15.000 toneladas «respetando los niveles de crecimiento de biomasa, niveles de mortalidad y perspectiva de crecimiento de los juveniles». Según fuentes diplomáticas, la cantidad final podría quedarse en el límite de 14.000 toneladas.

Reparto

El horizonte se presenta más despejado para el reparto entre los países vecinos. España se contentaría con el 33,5 % de las capturas; Portugal, con el 66,5 %.

Para Galicia las sensaciones son «positivas». La conselleira de Mar, Rosa Quintana, destacó la voluntad del sector de tomar medidas para recuperar la sardina. «Entendemos que con este plan de traballo se pode manter a pesqueira aberta. Que non sexa un peche que non é efectivo. Pódese seguir mantendo a actividade se apostamos pola explotación sostible», indicó.

La siguiente cita será en enero. Madrid y Lisboa se lo toman con calma. Lo peor ya se ha evitado. No necesitarán luz verde de Bruselas para poner en marcha el plan, pero si no funciona, Galicia puede despedirse de la sardina.

Madrid exige compensaciones por el recorte de la xarda

Un 20 %. Es el tajo que impondrá la UE a la cuota de xarda, stock compartido con Noruega. Un golpe especialmente duro para la flota española, que todavía está pagando la multa de 65.429 toneladas impuesta por Bruselas por la sobrepesca de los años 2009 y 2010. Una sanción que se traduce en once años consecutivos de penalización. «Planteamos a la Comisión que considere esta bajada en la caballa para ser más flexibles en otras pesquerías que comparte la misma flota», anunció ayer Tejerina tras exponer la lista de deseos de España de cara a la crucial cita que mantendrá hoy en el Consejo para fijar el reparto de cuotas para el 2018.

No es la única exigencia. En el punto de mira está la merluza ibérica, para la que Vella sugiere un recorte del 30 %. «Pedimos que la Comisión aplace el objetivo del rendimiento máximo sostenible (RMS) si es posible un año más. Creemos que esto nos da margen de incremento», aseguró. Una tesis que también sostiene Rosa Quintana, que criticó «a rixidez» del maltés: «As decisións precipitadas poden levar a desaparecer a unha parte da frota artesanal, de grande impacto social nas zonas pesqueiras», indicó antes de cerrar filas con Tejerina y apostar por mejorar el total admisible de capturas (TAC): «Se aplicamos os criterios dos biólogos, incluso se pode subir e chegar ao RMS no 2020. Non entendemos a baixada que propón a Comisión e que sería nefasta para os intereses do sector pesqueiro», sostuvo. España sigue negociando con Vella la posibilidad de fijar una pequeña cuota para la cigala.