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La viuda de uno de los fallecidos del Santa Ana reitera que el armador falseó los cargos de la tripulación

La Voz

SOMOS MAR

SANDE

Cree que incurrió en un delito continuado de falsedad en documento público y oficial

21 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La viuda de uno de los fallecidos en el hundimiento del pesquero Santa Ana, en las costas de Asturias en marzo del 2014, presentó ayer una denuncia en el Juzgado de Muros contra el armador del navío, José Balayo, por considerar que incurrió en un delito continuado de falsedad en documento público y oficial, en lo referente al rol y a las titulaciones profesionales de tripulantes.

La denunciante, Ramona Rodríguez, sostiene que su marido, Manuel Indalecio Mayo, ejercía como cocinero, según demuestra con documentos de contrato y afiliación a la Seguridad Social, y por ello no podía ser el responsable de pilotar el barco en el momento del naufragio.

Un juzgado de Avilés decretó el sobreseimiento provisional de la causa por el siniestro «al no quedar acreditadas causas concretas que motivaran el naufragio». Entre las consideraciones manifestadas entonces se dice que «no se aprecian causas técnicas que motivaran el siniestro, y entonces, la falta de una planificación adecuada de la travesía, o la falta de la atención debida del personal responsable del barco, pudieran incidir sobre el siniestro». Esta última circunstancia es la que motiva a Ramona Rodríguez a denunciar al armador, quien en varios momentos de la instrucción señaló a Indalecio Mayo como segundo patrón.

Ramona Rodríguez afirma: «Quen exercía como segundo patrón, aínda que en realidade era quen mandaba no barco, era Manuel Simal, o técnico de pesca e único supervivente, non o meu marido. Hai unha chea de falsidades, veladas acusacións e escurantismo no sinistro e na posterior tramitación xudicial do caso, e quixera que dunha vez se aclaren tódolos feitos, se depuren responsabilidades, e que isto sirva para que no futuro os armadores dos barcos e as administracións marítimas cumpran coas normas vixentes, e se eviten desgrazas como esta».

El armador, José Balayo, declinó hacer declaraciones.