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Galicia recupera, año y medio después, su helicóptero de gran porte de Alvedro

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CESAR QUIAN

El Helimer 401 volverá a volar en un mes, cuando acaben de entrenar las tripulaciones

18 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Helimer 401, el helicóptero de gran porte destinado a Galicia por Sasemar (Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima), ha regresado a su hangar en el aeropuerto de Alvedro tras pasar casi año y medio fuera de su base sometido a modificaciones.

La aeronave había llegado dos años antes, en agosto del 2014, para jubilar al vetusto Helimer Galicia, pero este Sikorsky S61 tuvo finalmente que extender su vida útil -rebautizado como Helimer 209- para continuar haciendo el mismo trabajo del que se había encargado durante más de 20 años hasta que encontró relevo en el Helimer 210, otro Sikorsky S61 que ahora es el que opera desde Alvedro. Fue debido a que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) prohibió volar a todos los Eurocopter Superpuma H225 luego de que uno de ellos sufriese un accidente por un fallo técnico en Noruega, un percance que costó la vida a 13 personas. Y el Helimer 401 pertenece precisamente a esa familia que ha parido Airbus.

El helicóptero dejó de volar el 1 de junio del 2016, casi dos años después de su llegada a Alvedro. En ese período, participó en exitosos rescates, como el de parte de la tripulación del Modern Express, a 148 millas al norte de cabo Ortegal, casi en el límite de su autonomía, o en el de los marineros del Novo Jundiña, que se hundió en enero del 2016 a 57 millas de Ortegal. Por sendas actuaciones fueron condecoradas y distinguidas las tripulaciones del helicóptero. Después ocurrió el siniestro de Noruega y el Helimer 401 se tuvo que retirar.

A la aeronave se le han hecho dos cambios importantes, por un lado los rodamientos de la caja principal de la transmisión y, además, se modificó el sistema de detección de partículas metálicas en el aceite de esa misma pieza, ambas requeridas por las autoridades aeronáuticas. También se ha actualizado el software de la central de mantenimiento del helicóptero y se le han realizado las revisiones periódicas. Según Sasemar, las reparaciones no han tenido coste alguno y se han realizado dentro de la garantía de una aeronave que costó 24 millones de euros.

Para explicar semejante demora -del 1 de junio de 2016 a mediados de noviembre del 2017-, Sasemar apunta que se ha tardado en analizar la caja principal de transmisión del helicóptero y el tiempo que Airbus necesitó para tener certificada la solución y disponibles las piezas para su instalación.

En rodaje

Aunque ya está en el hangar coruñés, todavía no es la aeronave titular y permanece en el banquillo. El aparato ya ha volado desde Albacete hasta A Coruña, pero ahora mismo se está preparando de nuevo a las tripulaciones que lo operarán y, por tanto, su entrada en servicio no se producirá hasta que el personal de vuelo y de mantenimiento adquiera el nivel de entrenamiento necesario que exige el servicio de búsqueda y rescate que realiza Salvamento Marítimo. Según cálculos de la sociedad estatal, volverá al terreno de juego en el plazo de un mes.

Mientras, el Helimer 210, un Sikorsky S61 -que puede llevar a más personas que el Eurocopter Superpuma, pero con menor capacidad de respuesta- que estaba operando desde Alvedro, será trasladado «de acuerdo con las necesidades de servicio de la flota aérea de Sasemar», explican desde ese departamento.

Salvamento Marítimo tiene destinados en Galicia dos helicópteros y un avión CN 235-500. Los primeros tienen base en A Coruña y en Santiago -después de que la base de Cee se revelase inapropiada- y el avión opera desde Compostela. A estos hay que añadir los dos que son titularidad del Servizo de Gardacostas de Galicia pero que gestiona Sasemar y que tienen su base en Vigo (Pesca 1) y Celeiro (Pesca 2).

Coruñeses salen al rescate del Helimer Galicia, que quieren erigir en monumento

El emblemático Helimer Galicia, testigo de tantos sucesos y dramas de la comunidad, presente en el desastre del Urquiola, del Mar Egeo y del Prestige, se ha jubilado. Se marchó sin hacer ruido a su nuevo destino: Albacete. Allí le espera un final poco glorioso más que acabar en el desguace y de proveedor de piezas de repuesto a sus colegas más jóvenes.

Pero ese desenlace no es del agrado de los coruñeses, que se resisten a que un aparato que ha salvado, recuperado y localizado a cientos de personas que se vieron en apuros en el mar acabe despiezado sin siquiera «un minuto de gloria». Así es que, a través de la sociedad Vuela más alto, para el desarrollo del aeropuerto de Alvedro, han puesto en marcha una campaña para erigir el Helimer Galicia en monumento.

«Ahora toca salvarlo a él» es el lema de la iniciativa para glorificar al Sikorsky S-61N con matrícula EC-FTB. Y si la Blanca Quiroga de la Cruz Roja fue recompensada exhibiéndola en la colina del parque de Bens o el Boeing 747 EC-DLD Lope de Vega que trajo de vuelta a España el Guernica es una de las estrellas del Muncyt, ¿por qué no exhibir con similar orgullo al Helimer Galicia? Es lo que tratan de pedir a Fomento con una campaña para la que piden el apoyo de la ciudadanía.

Vuela más alto apuesta por la musealización del helicóptero, al que ven como «perfecto anfitrión del Museo do Mar que desde el concello coruñés plantean para los futuros muelles de Batería y Calvo Sotelo». Pero dejan abierto el escenario en el que erigir el monumento y consultan al público sobre qué ubicación preferirían: el monte San Pedro, el Muncyt, el do Mar, en una rotonda, en el Gaiás o si debe ir al desguace.