La flota pacta en Burela exigir un cupo de entre 13.000 y 15.000 toneladas de sardina
SOMOS MAR
Se resiste a cerrar la pesquería porque este año hay más recurso, y las capturas no son «la única causa» de la mortandad
03 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Las Administraciones pesqueras de España y Portugal unirán fuerzas la semana que viene para reclamar ante la Comisión Europea un cupo de entre 13.500 y 15.000 toneladas de sardina para el 2018. Representantes del sector de las cofradías españolas y lusas comprendidas entre Cádiz y Guipúzcoa, junto con representantes de los científicos y de la sociedad civil, así lo acordaron ayer en Burela en el marco de una reunión del grupo de trabajo específico para la sardina ibérica constituido en el seno del Consejo Consultivo Aguas del Sur (CCR-Sur).
El objetivo del encuentro era «elaborar una propuesta única» que los dos países elevasen a la UE y que supusiese una alternativa al cierre total que plantea el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), que considera que la especie se encuentra en situación crítica y es imprescindible adoptar medidas urgentes para recuperarla.
Todos los años se hacen dos análisis de huevas para evaluar la situación de la pesquería. Distintas fuentes indican que los realizados en marzo estaban en la línea de los del 2016, pero los de octubre arrojaron un descenso que los científicos consideran muy preocupante, y por eso recomiendan cerrar la pesquería.
La flota «que sale al mar», en cambio, no comparte esta visión tan negativa, y asegura que en el 2017 hay «más pescado», por lo que califica los últimos datos biológicos como «inestables». Además sostiene que la pesca «no es la única causa» de muerte de la especie, que también tiene que hacer frente, entre otros, a la presencia de predadores. «No se puede aplicar toda la reducción al sector pesquero», apuntan.
Impacto socioeconómico
Por otro lado, los profesionales recordaron que, además de analizar las repercusiones biológicas que tiene la captura de sardina, es imprescindible tener en cuenta el impacto social y económico que tendría sobre la flota de cerco un hipotético cierre de la pesquería en las zonas VIIIc y IXa, es decir, en el litoral comprendido entre los golfos de Cádiz y Vizcaya.
Cofradías gallegas, asturianas, cántabras y vascas participaron ayer en la primera jornada de la tercera reunión Interfederativa de Cofradías del Pescadores del Cantábrico-Noroeste, en la que reflexionaron sobre el presente y el futuro de la pesca artesanal con dos metas: que sea sostenible y que sea rentable. El foro concluirá hoy.
Ecologistas de España y Portugal piden que se haga caso a los científicos con la veda
Organizaciones ambientales de España y Portugal han sumado sus voces para exigir a los gobiernos de ambos países que respeten la recomendación de los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES), que asesoran a la Comisión Europea, y acepten la captura cero que estos aconsejan para reconstruir las maltrechas poblaciones de sardina ibérica.
Suscriben la petición la Plataforma de Organizações Não Governamentais sobre a Pesca (PONG-Pesca) y las conservacionistas españolas Ecologistas en Acción, Fundació ENT, SEO y Oceana, que reprochan la intención del Ejecutivo español de establecer una cuota conjunta de entre 13.500 y 15.000 toneladas, como manifestó en un comunicado oficial el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Señalan las agrupaciones que cualquier cantidad de captura que se apruebe «entrará en conflicto directo con lo aconsejado por el ICES» y sostienen que «no podrá haber una explotación sostenible de recursos sin consejo científico y no habrá recuperación de stocks sin tener en cuenta dicha recomendación».
Recuperación
Los ambientalistas son conscientes del mazazo que supone la captura cero. Y se solidarizan con el sector pesquero por los impactos negativos que este cierre tendrá para los cerqueros. Precisamente por eso creen que «es urgente la elaboración de un plan de recuperación que en muchas ocasiones incluye medidas extremas». Eso «evitaría perpetuar la sobrepesca y no ir contra el principio de sostenibilidad tan deseado».
Con esto, las oenegés conservacionistas no pretenden «responsabilizar al sector de la pesca del estado del estado del stock ibérico de la sardina», pero sí «redireccionar el esfuerzo de pesca para que permita la recuperación de esta población». Por todo eso, la plataforma apuesta por vedar la pesca de la sardina y que España y Portugal articulen medidas de recuperación y gestión de la especie entre ambos países.