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Luis Conde: «La náutica es más que un yate impresionante con Neymar encima»

e. abuín BARCELONA / ENVIADA ESPECIAL

SOMOS MAR

El presidente del Salón Náutico de Barcelona señala que el alquiler de barcos se está popularizando y cambiando la idea de que se trata de un sector elitista

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera vez que cruzó el Atlántico la travesía duró 18 días. La segunda no la completó. Naufragó frente a Dakar, con un hijo de 9 años a bordo, un episodio en el que prefiere no profundizar porque todavía se emociona. Tras una aventura como esa, muy pocos querrían volver al mar. «Ya me dicen: si me pasase eso a mí, vendía el barco para comprarme una casita en lo más alto del Valle de Arán». Ahora tiene un Beneteau 57. Y está al pie del cañón todos los días en la feria

-¿Qué resultado está teniendo la 56 edición del salón?

-Este salón tenía unas perspectivas muy buenas porque la náutica va con la economía. Cuando la economía sube, te compras un barco; cuando cae y empieza a haber paro, no te lo compras. Este año, las perspectivas eran muy buenas, porque la economía subía mucho, un 3 %, y las matriculaciones de barcos crecieron un 9,5 % con respecto al año pasado, con lo cual, las expectativas del salón eran tan positivas que teníamos planificado un aumento del 11 %. Y se ha cumplido. Hoy hay un 11 % más de embarcaciones y un 7 % más de expositores. Hay 700 barcos aquí, de los que 180 están en el agua. Además, están todos los aditivos de pesca, submarinismo, piezas de recambios para barcos, motores auxiliares... Aquel que quiera comprar un barco, tiene que venir al salón.

-¿Por qué al salón?

-Cuando te vas a comprar un coche, ves por la calle el que te gusta, te interesas por las marcas en un concesionario, en la prensa ves publicidad de coches, en la tele ves coches y, si tienes dudas, te vas al salón del automóvil y lo compras. ¿Tú por la calle ves barcos? ¿Tiendas con barcos? ¿Anuncios de barcos en la tele? No. Tienes que venir al salón para verlos. Más del 50 % de las operaciones que se hacen en España se inician en el salón, que es el más grande de España y uno de los primeros de Europa.

-¿Con cuál rivaliza Barcelona?

-Düsseldorf, Génova, Barcelona y Cannes. Son los cuatro principales. ¿Quién viene? Oyes hablar en inglés, alemán...

-¿Dónde es mejor comprar una embarcación?

-Depende de donde vaya a estar el barco. Yo siempre recomiendo comprarlo en el lugar donde lo vayas a usar, porque si tienes una avería no vas a llamar al de Génova para que te lo venga a arreglar. Si vas a estar en Génova, porque tienes una casita por allá, pues te ahorras el 12 % de matriculación y el IVA es más bajo, con lo que te ahorras un pastón.

-¿Cuál es el rasgo distintivo del salón náutico de Barcelona?

-Este es un salón donde 550 embarcaciones son de menos de 9 metros. La costa española, que son 8.000 kilómetros, tiene muchas calitas; Galicia también. Por tanto, no me voy a comprar un barco de 40 metros. El tamaño de lo que se exhibe está bastante en línea con las costas que tenemos. El otro rasgo característicos es el de los catamaranes. No hay un salón náutico en toda Europa que tenga una muestra tan completa de catamaranes. ¿Qué haces con un catamarán? Lo alquilas. ¿Por qué? Porque para tener un catamarán en el puerto necesitas dos amarres. El alquiler ha subido un 25,7 %, porque ahora todo el mundo se deja una semanita en invierto de vacaciones. No es extraño, ya que con low cost, una semana en Santo Domingo te cuesta mil euros ¡Viaje incluido! Como ya has consumido una semana, te quedan dos. ¿Te vas a comprar un barco para dos semanas? Lo más fácil es que lo alquiles. Entonces, el chárter de barcos se está popularizando.

-¿La náutica popular? Ya no se tiene por elitista?

-Hace 30 años, el esquí y el golf eran elitistas. Hoy ya no lo son. ¿Y quien es la empresa que vende más esquís del mundo? Las de alquiler, porque hoy ya no te vas con los esquís al sur de España. Los alquilas. En la náutica ha pasado algo parecido. Cuando hablan de náutica piensan en un yate impresionante en Saint Tropez con Neymar encima, porque como tiene mucha pasta ha alquilado un barco. Eso no es la náutica. No es Naomi Campbell en un megayate y, sin embargo, es lo que trasciende. Es un error. Vamos a precios, para que la gente lo sepa. Si tú te vas con tres parejas, seis personas, y alquilas un barco de vela de 13 metros, con tres camarotes, de lujo, ¡eh!, estamos hablando de 2.000 euros una semana. Si van tres parejas, le toca a cada una 660 euros. Por ese dinero tienes un barco de maravilla y no tienes ni que bajar, porque lo bonito es hacer las cosas en el barco. Y además, si hay viento, no gasto ni en gasoil. Eso, si lo haces con un apartamento en la costa, pagas mil euros por semana y, como además, vas a quedar para cenar día sí y día no, te vas a dejar una pasta. En cambio, en el barco, te gastas 660 euros. No digo que sea barato, pero es asequible. Entonces, ¿qué ha pasado? Que el alquiler ha subido mucho.

«El sector va con la economía»

Conde hace hincapié en que el sector de la náutica va parejo a la economía. Y ahora que esta ha crecido, está en un momento dulce.

-¿Qué novedades destacaría?

-Por un lado, la innovación y la conectividad, el barco inteligente. Eso de poder controlar todo, el GPS, la velocidad del viento, el ancla desde el móvil. Estás cenando un arrocito con tu pareja, tienes el barco fondeado a un kilómetro y desde el móvil te alertan de que tienes fuego en la sentina, o que el viento ha cambiado y el ancla ha garreado, que se está yendo... Luego está lo del barco sostenible. Algunos llevan ya placas solares para obtener la energía que necesitan y hay ya barcos eléctricos. Aquí pueden verse ya embarcaciones híbridas, como los coches. Yo ya no estaré como presidente, pero en 15 años la mayoría de los barcos serán eléctricos y eso es sostenibilidad.

-¿Cómo ha afectado el procés?

-Insisto en que la náutica va pareja a la economía, no a la política. La mayor demostración de que eso es así es que con lo que ha pasado esta semana -que claro que estábamos preocupados porque no sabíamos qué deriva iba a tener- apenas hemos tenido bajas y algo que tengo que agradecer a las pequeñas y medianas empresas que venden barcos es la fuerza y el coraje que han tenido para no suspender el salón y venir aquí. Tres bajas en 275 expositores no es nada. Es posible que el año pasado tuviéramos más de esas tres y no nos preocupáramos porque eran tres. Ni siquiera nos hemos parado a pensar en que eran tres. Y ahora parece que estas tres bajas tienen que ser por esto, pues bueno...