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Conxemar sigue creciendo y aspira a tutearse con la feria de Bruselas

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Óscar Vázquez

El certamen vigués reúne hasta el jueves a 608 expositores de 43 países

04 oct 2017 . Actualizado a las 12:09 h.

Conxemar, que parece no tener techo, aspira a dar caza a la feria de Bruselas, la más importante de las que se celebran en Europa. Un año más no solo volvió a colgar el cartel de completo, sino que la lista de espera sigue creciendo. El principal hándicap del certamen vigués, que ayer subió el telón en el Instituto Ferial de Vigo, es el espacio. Hace tiempo que el recinto se ha quedado pequeño para atender la creciente demanda de expositores.

Este año se han garantizado un hueco 608 procedentes de 43 países, un 3,4 % más que el pasado año. En todo caso, un centenar menos de los que querían estar y que a la postre no han podido porque los 33.000 metros cuadrados del Ifevi no dan para más. Las obras de ampliación que se acometerán en los próximos meses -se construirá un nuevo pabellón de 5.000 metros cuadrados, que contará con una inversión de 4 millones de euros-, permitirán paliar el problema de cara a sucesivas ediciones. 

En la élite mundial

«Vigo es un referente de la pesca congelada en Europa y Conxemar es la cita que esperan cada año los empresarios del sector. Está en la élite mundial». Así definía la conselleira do Mar, Rosa Quintana, la feria durante su intervención en el acto de apertura. Añadió que la «onda expansiva» que produce se traduce en amplios retornos económicos que van más allá del sector.

El acto de apertura contó también con la presencia del conselleiro de Industria, Francisco Conde; el alcalde de Vigo, Abel Caballero; el secretario general de Pesca, López-Asenjo, y el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet. Este último recordó que la entidad viene apoyando a la feria desde su nacimiento y que, consciente del potencial que tiene el sector y de sus especialidades características, el banco cuenta desde hace un año con una unidad de negocio especializada en el mar, tiempo en el que han inyectado más de 1.150 millones de financiación.

Hizo hincapié también en la apuesta de Abanca por la renovación de la flota. «Estamos participando en operaciones para construir 25 nuevos buques de todos los tamaños, desde bajura a grandes congeladores. Aspiramos a ser el gran aliado del naval», dijo. En este sentido, señaló que en las próximas semanas «asistiremos a la botadura del primer arrastrero de altura que se construye en Galicia en décadas».

Solo las 208 empresas que conforman el sector del congelado en la comunidad facturaron el pasado año algo más de 6.100 millones de euros, la mitad de lo que se mueve en el conjunto del país, y proporciona más de 13.200 puestos de trabajo directos; en ese caso, el 47 % del total.

La organización de Conxemar aspira a superar tanto la cifra de visitantes del pasado año (30.0000) como la de negocio (1.800 millones de euros). Era también el sentir generalizado entre los expositores consultados. «El día fuerte de la feria suele ser el segundo, pero hoy ya estamos teniendo muchos contactos y estamos haciendo negocio», coincidían.

El precocinado retrocede para dar paso a productos menos elaborados

Mil colores, tres mil olores, dos mil impactos visuales, trescientos mil productos a cada cual más llamativo... Como una feria. Es que es la feria. La feria del congelado. «Lástima que no haya tres como estas al año», se lamentaba ayer Arsenio Prieto, director del Ifevi, sorprendido, a pesar de que ya van diecinueve ediciones, de las hordas de visitantes, organizadores y expositores que a las diez de la mañana se agolpaban en las puertas. 

La profesional Conxemar sirve de escaparate al mundo, de mercado global achicado en 33.000 metros cuadrados y de termómetro de tendencias. La primera que se capta es que los precocinados están en retroceso. Los productos de quinta gama, esos platos elaborados de alta calidad y fácil preparación, no están teniendo el resultado que se esperaba. Es más, están pinchando en los lineales. «El consumidor prefiere productos de elaboración simple y rápida, pero más naturales, sin tanta conservación, por más que esos de última generación gracias a los eficaces sistemas de envasado, garanticen tanto la textura con las cualidades organolépticas. Lo decían desde una de las empresas viguesas presentes en la feria, que mantiene esa línea por cubrir ese hueco, «porque lo tienes que tener», pero en el negocio el peso es mínimo.

Con todo, hay apuestas arriesgadas. El salmón caramelizado que trae Canadá es una de ellas. Novedades, como sobre la que Tastelab mantiene la incógnita y que entre tantos showcookings destaca con un showtasting. Y tradicionales, como el langostino de Ecuador, el cangrejo real de Rusia o los productos salvajes del Mar Argentino.