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El Reino Unido tranquiliza a Galicia al apostar por validar el vínculo pesquero

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Salvador Sas | Efe

El ministro consejero de la embajada británica sitúa al sector como una de las prioridades

23 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El ministro consejero de la Embajada del Reino Unido en España, Tim Hemmings, hizo este viernes un regalo a los oídos de la conselleira de Pesca, Rosa Quintana -y por extensión a todo el sector pesquero gallego que ve en el brexit más una amenaza que una oportunidad-, al entonar un «mensaje de tranquilidad» y afirmar que no hay interés alguno por parte de ese país «en recortar vínculos ya establecidos con regiones como Galicia». «Esto va a ser una prioridad para nosotros», dijo Hemmings en la que ha sido su primera visita a Vigo.

Sin ocultar que se trata de «una negociación muy complicada» y que durante los dos años de conversaciones entre el Reino Unido y los Veintisiete va a haber un alto grado de incertidumbre, la postura británica es muy clara: «Queremos un acuerdo de comercio lo más amplio posible. No hay ningún interés en mi país para que el comercio sea más complicado que ahora», dijo el representante de la embajada británica en España.

Y Galicia quiere creer la cantinela que entonó Hemmings. Primero, porque fue él quién tomó la iniciativa y quiso conocer la postura de la pesca gallega ante el abandono de los británicos del club de los Veintiocho y porque incidió varias veces en el interés de Gran Bretaña por «manter o estatu quo» y en que no quieren «renunciar a nada do xa conseguido», resumió Quintana.

Galicia puso sus cartas sobre la mesa. Quiere seguir pescando allí y comercializar las capturas aquí, donde está el mercado, sin tener que pagar aranceles. Y no solo en las aguas comunitarias, sino también en latitudes como las Malvinas. Reveló también que para conseguirlo está armándose de todo tipo de argumentos jurídicos y socioeconómicos, porque, explicó Quintana, la pesca gallega «xa fixo moitos sacrificios e non quere facer máis» y Galicia no esá dispuesta a «que a pesca sexa utilizada como moneda de cambio». Un objetivo mutuo este último, según dedujo de la conversación con el ministro consejero de la embajada británica.

De hecho, también los británicos están elaborando informes sobre los escenarios posibles que habrá en la pesca tras la ruptura del Reino Unido con la UE y Quintana se comprometió a «aportar todo o que se poida» a ese documento para que el sector ocupe en las negociaciones el lugar prioritario que ambos territorios le conceden.

Reticencias de Escocia

Pese a las buenas palabras del ministro consejero británico, lo cierto es que hay importantes comunidades pesqueras, como Escocia, que presionarán al Gobierno de May para obtener las mayores ventajas posibles. A este respecto, Quintana señaló que para el Ejecutivo británico «vai ser tan complicado como para nós» conjugar los intereses de unos y de otros. El Reino Unido no quiere cambiar nada, porque «son conscientes da importancia que ten esta relación» y no pierden de vista que hay allí «barcos de capital galego», que son «unha inversión que non queren perder». Si lo que entonó Hemmings en Vigo eran o no cantos de sirena, el postbrexit lo dirá. Por ahora, Quintana hace una valoración positiva del encuentro y aportará lo que pueda para que se mantengan los vínculos pesqueros.