Patrocinado porPatrocinado por

Pesca implantará el reparto de cuotas por barco en el plan de la sardina

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARTINA MISER

El ministerio ya manejó esa idea hace unos años y ahora quiere hacerla realidad

18 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras la flota cerquera gallega faenaba tranquila gracias a que la abundancia de cabalón -especie para la que la Comisión da barra libre- estaba permitiendo economizar cuota de sardina, las aguas andaban agitadas en la parte andaluza de la zona IXa -de Fisterra al golfo de Cádiz-, donde los barcos de esta modalidad están parados después de agotar la cuota de ese pelágico y por la falta de otras especies que les sirvan de alternativa.

Pero si el cerco del norte del Miño confiaba en quedar al margen de la marejada que se ha formado se equivocaba de medio a medio. Sobre todo porque a partir de hoy mismo ya no podrá pescar sardina, dado que se ha cerrado el caladero a la pesca de la especie desde el Miño hasta el Bidasoa.

La cola de la tormenta que comenzó a fraguarse en Andalucía llegará a Galicia en forma de reparto de cuotas por embarcación, una idea que el Ministerio de Agricultura ya manejó hace unos años y que, ahora, en vista de lo ocurrido en el golfo de Cádiz, quiere llevar a término y dejar plasmado en la orden ministerial que regulará la explotación de sardina el año que viene. Esa intención avanzada por el sector fue confirmada por el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, que en declaraciones a este periódico, puso énfasis en que la explotación de la especie, en situación crítica, requiere una «mayor corresponsabilidad» por parte de los pescadores. López-Asenjo explicó que se está analizando en mesas de trabajo qué tipo de gestión sería más adecuada, si repartir cuotas «por barco, por cofradías, por asociación... Son mecanismos que todavía se están evaluando». Lo que está claro es que se requiere un cambio en busca de un «mejor seguimiento y control de la pesquería». Y más evidente todavía es que «la pesca olímpica» ya no tiene cabida en la gestión de una especie cuya demanda «se ha situado en niveles muy similares a los de la anchoa» en cuanto a volúmenes de conversión para hacer los intercambios de cuota. «La sardina está en alza y exige un tratamiento similar», apostilló el secretario general de Pesca.

Y para conseguir otorgarle el valor que se merece, «resulta insostenible ir a pescar sardina para alcanzar cotizaciones de un euro o euro y medio», como se han dado casos. Una prueba de que «la pesca libre es una modalidad que no es eficaz».

A la espera de Portugal

De todos modos, el secretario general de Pesca señaló que primero hay que esperar a conocer los resultados de los estudios científicos que las autoridades portuguesas quedaron en presentar «esta semana o la siguiente». Se intuye que la situación «no es buena», pero es mejor esperar a tener la certificación del desastre para «ir buscando instrumentos para remediarlo» y ponerse «más serios en el seguimiento del consumo de las posibilidades». Después será el turno de iniciar el contacto con las comunidades autónomas «para valorar qué tipo de mecanismo es el más conveniente, si un reparto por barco, por puerto o por asociación». Eso sí, «se exigirá un nivel de corresponsabilidad alto». No puede ser que la flota esté pescando por encima del cupo o que las posibilidades se estén agotando «antes de lo que la propia rentabilidad aconseja», dado que la campaña, biológicamente, daría para un mes más.

Cuestión aparte sería el reparto entre España y Portugal. La negociación para establecer qué porcentaje corresponde a un país y cuál al otro: 70-30 % o 60-40 %.

Una medida que «non gusta» y que retrotrae al cerco gallego «ao inicio dos problemas»

Escuchar el vocablo reparto asociado a una especie pesquera pone los pelos de punta a la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), pues los retrotrae al inicio de los problemas del sector: «Os repartos non nos gustan; os problemas empezaron no cerco cando se repartiron as especies», señala Andrés García, portavoz de Acerga. De todos modos, el colectivo guarda cautela porque desconoce los detalles de una hipotética distribución por barco de la que todavía no han tenido noticia alguna.

Tampoco los representantes de la flota de A Mariña están al tanto de esa intención del ministerio. Sergio López, gerente de la Organización de Productores de Lugo, explicó que esa posibilidad ya se puso sobre la mesa hace unos años, pero «non se alcanzou o consenso suficiente». Y no se llegó a acuerdo alguno porque, al hacer la división, la cantidad que correspondía a cada cerquero era tan pequeña que no merecía la pena. Tocaban, según apunta, a diez kilos por embarcación. Los cerqueros gallegos guardan cautela y esperan que se acepte la propuesta que hoy harán llegar al ministerio y a las comunidades autónomas para resolver el problema más inmediato que tienen: el cierre de la pesquería de sardina hasta el 1 de octubre. Una prohibición de pesca que intentarán revertir con un plan que recoge una reducción de los topes y la posibilidad de reabrir la pesquería antes del mes que viene, al menos la última semana de septiembre, para aprovechar las buenas cotizaciones que está teniendo.