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El furtivo denunciado por agredir a un vigilante de Baiona: «Fue involuntario»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vazquez

El guarda fue examinado por el forense, que verificó la existencia de una brecha de diez centímetros

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vigilante de la cofradía de pescadores La Anunciada de Baiona, Xosé Lourenzo, se ratificó este jueves en Vigo en su denuncia contra un supuesto percebeiro furtivo y su padre a los que acusa de golpearle en la cabeza con un raspador en la madrugada del pasado martes. El guarda fue examinado por el forense, que verificó la existencia de una brecha de diez centímetros, la cual requirió la sutura con siete grapas, y contusiones en la espalda.

Uno de los sospechosos lo negó todo y su hijo aseguró que el guardia no se identificó a pesar de que era de noche. Explicó que era su obligación ya que son socios de la cofradía. Respecto a los golpes, consideró que se produjeron de forma fortuita, a causa de un «gesto involuntario» y sin intención de hacer daño. Reprochó al denunciante que intentase extender la culpa al padre.

El juez de instrucción número 8 de Vigo, en funciones de guardia, tomó declaración ayer a ambas partes. No celebró un juicio rápido porque el denunciado se declaró inocente y la Fiscalía pidió más pruebas y testigos.

Lourenzo, que lleva quince años como vigilante, señaló que la última agresión por parte de furtivos la recibió hace cuatro años. «Hai xente que collín catro veces ou máis. Ao pai do implicado expulsárono tres anos consecutivos do plan de explotación e segue ao mesmo. Eles son percebeiros ilegais, fame non pasan porque poden coller o plan e traballo teñen, pero son avariciosos porque ven que gañan máis por libre», dijo. Sobre sus heridas, Lourenzo señaló: «Déronme no lombo dous raspazos e na cabeza, pero non collín a baixa nin médica nin psicolóxica nin nada porque eu son un traballador».

El perjudicado tuvo horas después del ataque una charla con sus supuestos agresores, A. D. B, de 47 años y J. D. L., de 21, pero «a palabra perdón non a dixeron».

Por su parte, el abogado del principal denunciado ve contradicciones en la nueva declaración del guardia porque primero acusó al hijo y ahora mete al padre. Tiempo atrás, este último denunció a Lourenzo ante la Xunta por «actuación abusiva» y fue expulsado solo una vez y por causa de dicho vigilante.